Sería en el primer semestre de 2017 y la matriz conservaría el 51% del capitalLas acciones de Prosegur pisaron ayer el acelerador: se colaron entre las más alcistas del mercado español al repuntar un 2,4 por ciento, aunque a lo largo de la sesión llegaron a dispararse más de un 8 por ciento. Lo hicieron impulsadas por la información que la compañía, que celebraba un Investors Day en Londres, comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV): estudia sacar a bolsa su división de furgones blindados, que aporta cerca del 83 por ciento del ebit (beneficio antes de intereses e impuestos) del grupo, que asciende a 324 millones de euros. La compañía se plantea trocear su negocio y poner a la venta su vaca lechera, en lugar de -por así decirlo-, seguir ordeñándola. En cualquier caso, de llevar a cabo la colocación, Prosegur no venderá más del 49 por ciento de la nueva cotizada, con el objetivo de seguir controlándola, al reservarse el 51 por ciento. Respecto a la fecha de la salida a bolsa, se producirá, “dependiendo de las condiciones del mercado”, en el primer semestre de 2017, según reza el hecho relevante. El grupo no ha decidido todavía si los actuales accionistas recibirán títulos de la nueva cotizada. Prosegur, que cotiza en la bolsa española desde 1987, sustenta su negocio sobre tres patas. El spin off que prevé colocar es la más potente de ellas, Prosegur Cash. Las otras dos divisiones son Alarms (que ofrece sistemas de alerta para hogares y empresas) y la de Security (que presta servicios de vigilancia). La colocación permitiría poner en valor Prosegur Cash, que ofrece servicios de gestión de efectivo, y que ha visto crecer su facturación y su ebit de forma ininterrumpida en el último lustro. La primera ha crecido un 60 por ciento desde 2011, hasta los 1.743 millones, y el ebit ha engordado un 33 por ciento, hasta superar los 300 millones. Si el spin off cotizase en línea con sus comparables -como la sueca Loomis y la estadounidense Brinks- alcanzaría una capitalización cercana a la de su matriz (que vale unos 3.700 millones), algo lógico teniendo en cuenta que la filial aporta, como se ha señalado, la mayor parte del ebit del grupo. El objetivo de la colocación no es otro que captar capital para seguir creciendo y revertir la infravaloración que sufre el grupo. El 50 por ciento del mercado global de la gestión de efectivo está liderado sólo por cinco grandes grupos, capitaneado por Brinks (la primera por facturación), la propia Prosegur y Loomis. El 50 por ciento restante del mercado, explican fuentes cercanas a la compañía, está en manos de pequeños grupos locales, y Prosegur se ha fijado la meta de liderar la consolidación sectorial. La compañía, que crece a través de adquisiciones -ha realizado unas 200 compras desde que nació-, compró en febrero la sudafricana SBV. El grueso de la facturación de Prosegur se genera en Latinoamérica, mercado en el que el grupo aún podría crecer. En particular, le interesan los mercados con cierto nivel de inseguridad, en los que este tipo de servicios de transporte de efectivo son más apreciados. Queda por ver si la operación alejará a Prosegur del Ibex -al privar al grupo de buena parte de su vaca lechera- o si, por el contrario, logrará poner en valor sus negocios y acercarla al índice, al que ya perteneció y al que ha estado cerca de ser candidata.