La agencia de ‘rating’ la pasa de “positiva” a “estable” y alerta sobre la rentabilidadDurante la jornada de ayer, Moody’s dio un aviso a la banca española tras cambiar su perspectiva desde “positiva” a “estable” por los retos crecientes para la rentabilidad del sector, si bien es cierto que de manera individual la mayor parte de las grandes entidades del país ya tenían un panorama estable. Así, España deja de ser uno de los tres países del mundo que contaban con una perspectiva positiva para el sector para esta agencia, una distinción que ya solo lucen Hungría e Irlanda. En Moody’s explican que “las ganancias se están viendo cada vez más amenazadas por un panorama de bajos tipos de interés persistente que está erosionando el margen neto de interés”. Problemas de rentabilidad En este contexto, desde la agencia de rating alertan sobre los problemas de rentabilidad de la banca española -una dificultad que es común a todos los bancos de Europa (ver página 17)-. “La rentabilidad del sistema se enfrenta a retos crecientes debido a los tipos de interés persistentemente bajos y al desapalancamiento, factores que están erosionando la capacidad de generar ingresos”, explican en su informe. En el lado positivo, destacan la caída del coste del crédito por el descenso en las entradas de préstamos dudosos. Y es que en 2015 estos retrocedieron un 26 por ciento frente al ejercicio anterior y en Moody’s esperan que “la tendencia de caída continúe”. Del mismo modo, la agencia de calificación también destaca que las entidades del país “están cosechando los beneficios de la reestructuración del negocio” y otros factores como “menos préstamos dudosos” o “una posición de liquidez cómoda”. Otro de los puntos positivos para Moody’s es que “las entidades operarán en una situación macro favorable”. “El buen comportamiento de la economía española está ayudando a que los bancos del país mejoren la calidad de sus activos, que ha sido por años el lastre más importante del sistema bancario”, señala Alberto Postigo, analista senior de Moody’s. Sin embargo, desde la agencia advierten de que “la sólida actuación” de la economía española -que creció al 3,2 por ciento en 2015 y para la que prevén un aumento del 2,9 por ciento este año- “es más cíclica que estructural”. De este modo, consideran que durante el próximo ejercicio la economía del país crecerá a un ritmo mucho más bajo, del 2 por ciento. Aún así, recuerdan que estos niveles servirán para batir a la mayor parte de países que integran la eurozona. Con respecto a los test de estrés llevados a cabo por la Asociación de Banca del Euro (EBA), en Moody’s creen que los resultados obtenidos por las entidades españolas que participaron “fueron en general satisfactorios”. “El resultado muestra el gran progreso logrado por los bancos españoles tanto en limpiar su balance como en reforzar su capital y sus reservas desde el año 2014”, reflexionan desde la agencia de calificación.