El yuan cayó hasta su nivel más bajo de 5 años frente al dólar y el rublo retrocedió un 2,2%Cuando China estornuda, el resto de países emergentes se echa a temblar. Sus divisas han sido fiel reflejo en el último año del impacto que tiene el simple hecho de que la segunda mayor economía del mundo crezca a menor ritmo. Ayer, la devaluación del yuan volvió a asestar un golpe más a las monedas de estos países, hasta derribarlas a mínimos históricos, según datos agregados de Bloomberg en base a una cesta de divisas que incluye, entre ellas, la divisa rusa, el rublo, que sufrió una caída del 2,2 por ciento que le llevó hasta mínimos de 11 años. Así, fue la moneda emergente más golpeada por la decisión de China de devaluar el yuan, que ayer marcó mínimos de cinco años. Según explicó a Bloomberg Dmitri Petrov, analista de Nomura, “ha sido un doble golpe para el rublo, una combinación del sentimiento de riesgo por China y del precio del crudo en nuevos mínimos”. Mientras, el won surcoreano se vio perjudicado por las pruebas nucleares de Corea del Norte (ver página 22) y retrocedió un 0,8 frente al dólar. Y es que las tensiones geopolíticas se acumulan: además de China y de la bomba de hidrógeno la ruptura de relaciones entre Irán y Arabia Saudí añade presión al mercado. Guerra de divisas La pérdida de valor de la divisa del gigante asiático es una de las preocupaciones más presentes en el mercado, ya que no solo incrementaría la competitividad de las compañías chinas a la hora de exportar, sino que también pondría en dificultades a aquellos países más expuestos a China, lo que incrementaría las posibilidades de que las naciones en desarrollo tengan que devaluar sus divisas para lograr seguir siendo competitivas. En este sentido, Simon Quijano-Evans, analista de Commerzbank, señaló en declaraciones a Bloomberg que “como resultado (de la devaluación llevada a cabo por China) aquellas firmas más expuestas al país y las materias primas están bajo presión, mientras que los demás se ven perjudicadas por los efectos secundarios negativos”. Con todas las miradas centradas en el gigante asiático, los expertos creen que estos movimientos no ayudarán a un mercado que está cada vez más pendiente de la segunda mayor economía del mundo. “Hasta que China deje de debilitar al yuan los mercados tendrán problemas para estabilizarse”, declaró Koichi Kuroso, analista de Resona Bank a Bloomberg.