La decepción de la actividad industrial provocó una caída del 7%, pero Wall Street pudo aguantar Los accionistas con participaciones del 5% o más podrán vender acciones tras un veto de 6 mesesLas bolsas han iniciado el año con fuertes caídas marcadas por el escaso volumen de negocio (el más bajo de los últimos tres meses) y en un contexto de elevado pesimismo. Los principales factores de la nueva oleada de ventas que sufrieron ayer los mercados mundiales fueron los pobres datos del sector manufacturero chino -al contraerse por décimo mes- , las tensiones geopolíticas entre Irán y Arabia Saudita, y la incertidumbre política en España, Grecia y Portugal. Todo ello provocó pérdidas en todos los índices europeos y en Wall Street. Así, el EuroStoxx se dejó un 3,14 por ciento, el Dax registró su mayor caída diaria desde el Lunes Negro de agosto al perder un 4,28 por ciento por su alta exposición a China, mientras que el Cac 40 retrocedió un 2,47 por ciento y elFtse 100, un 2,39 por ciento, convirtiendose en el que mejor capeó el temporal. El Ibex 35 se dejó un2,42 por ciento, hasta los 9.313 puntos. Esas caídas han llevado a los índices a zona de soportes críticos con riesgos de caídas del 15 por ciento de perderse estos. Joan Cabrero, director de estratega de Ecotrader explica que “el hueco que han abierto hace que el riesgo bajista a corto plazo no desaparezca mientras que de forma generalizada estos huecos no sean cerrados”. Pero ¿qué tiene que suceder para que se cierren? “Que los índices consigan recuperar los niveles a los que cerraron el año”, responde el experto. En el caso del Ibex 35 serían los 9.535 puntos. Y añade: “El EuroStoxx todavía no ha perdido los mínimos intradía alcanzados el 14 de diciembre en los 3.137 puntos. No obstante, se ha abierto una situación potencialmente bajista, que en el caso del selectivo europeo le podría llevar hasta el siguiente soporte los 2.800/2.790, es decir, los mínimos de octubre de 2014, lo que supone un potencial caída del 11,8 por ciento. El Ibex 35 es el único índice europeo que ha perdido este soporte clave que alcanzó el 21 de diciembre en los 9.358 puntos (cerró a un 0,23 por ciento de los mínimos del crash chino del verano) por lo que se multiplican las posibilidades de que busque el siguiente suelo en los los 8.000/8.200 puntos”. Lo que supondría perder dos terceras partes de la tendencia alcista que nació a mediados de 2012 en los 5.900 puntos”, remata el estratega. El Nasdaq 100 no perdió el soporte crítico de los 4.475 puntos, lo que en opinión de Cabrero “abriría la puerta a los mínimos del pasado 24 de agosto en los 3.787/3.800”. A los niveles actuales de mercado, supondría una caída del 15 por ciento. Entretanto, el índice CSI 300 cerró una hora y media antes de lo habitual al desplomarse un 7 por ciento, lo máximo permitido tras la entrada en vigor de una norma que así lo establece si las pérdidas superan dicho rango. Y es que al margen de la decepción que inyectaban los datos macro, otros dos factores añadieron más leña al fuego; por un lado, este viernes expira el veto a los grandes accionistas y directivos (los que poseen más de un 5 por ciento del capital social de una cotizada) de vender sus títulos, impuesto el pasado verano en plena tomenta bursátil y que afecta a 185.000 millones de dólares en acciones, y por otro, ayer se levantó el veto de cortos sobre algunas acciones. Matthew Sutherland, director de gestión de Productos en Asia de Fidelity, comenta que “el crecimiento chino se está ralentizando, terminó el 2015 con un crecimiento del 6,9 por ciento, pero la calidad de dicho crecimiento (en otras palabras: más consumo y menos inversiones basadas en la deuda) es mucho más importante, y las dificultades están más que descontadas en las valoraciones actuales”. Por su parte, José Luis Martínez Campuzano de Citi asegura que “nos enfrentamos a un año complicado y volátil, es mejor acostumbrarse, sobretodo en China, porque el riesgo negativo del mercado a corto plazo es importante”.