Una corrección de la mitad de la subida abriría nuevas oportunidades de entrar Los datos comerciales chinos dados a conocer ayer siguen apuntando a un debilitamiento de la segunda mayor economía del mundo y no permitieron a los alcistas continuar con las subidas que tuvieron lugar durante la semana pasada. Un hecho que pone aún más presión sobre Pekín a la hora de imponer nuevas medidas que eviten el temido aterrizaje forzoso del gigante asiático. Según las cifras oficiales, las importaciones cayeron en septiembre un 20,4 por ciento hasta los 145.200 millones de dólares con respecto al año pasado mientras las exportaciones se contrajeron un 3,7 por ciento, lo que generó un superávit comercial en China de 60.340 millones de dólares. El consenso del mercado esperaba una caída en las importaciones del 15 por ciento, después de que estas registrasen un recorte del 13,8 por ciento en agosto mientras que las exportaciones deberían haber caído un 6,3 por ciento tras un crecimiento negativo del 5,5 por ciento, según datos de Reuters. "Dada la ligera recuperación en los precios de las materias primas, la caída de las importaciones sugiere que existe una débil demanda doméstica, especialmente en la demanda de inversión", indicó en un informe Yang Zhao, economista de Nomura. La caída en las importaciones se postula como la mayor registrada desde febrero y encadena once meses consecutivos a la baja. "En general no existen brotes verdes en estas cifras" advertía en un informe Zhou Hao, economista de Commerzbank. "El crecimiento en el volumen comercial sigue siendo bajo", señaló. Aún así es cierto que se experimentó cierta moderación en la contracción de las exportaciones, un hecho que los expertos atribuyeron a una ligerísima mejora de la demanada externa. Dicho esto, el tipo de cambio podría haber jugado un papel importante, ya que el euro registró una fuerte apreciación contra el yuan en septiembre con respecto al mes de agosto, en comparación con la depreciación entre agosto y septiembre de 2014. Según informó la agencia Reuters, un portavoz de la oficina de aduanas del país advirtió que la economía china enfrenta una relativa gran presión a la baja. Sin embargo señaló que las previsiones comerciales deberían mejorar en el cuarto trimestre, ya que un yuan más débil ayudará a impulsar la competitividad de las exportaciones. "Las cifras de importación de septiembre no auguran nada bueno para la producción industrial y la inversión en activos fijos", señalaron los expertos de ANZ en un informe tras la publicación de las cifras oficiales. "En general, el ritmo de crecimiento el mes pasado se mantuvo débil y en el tercer trimestre el crecimiento del PIB que será publicado el 19 de octubre probablemente se reduzca hasta el 6,4 por ciento, frente al 7 por ciento registrado en el primer semestre". Los vaivenes en China, que podría registrar este año su peor crecimiento en un cuarto de siglo, están causando estragos entre otras economías emergentes asiáticas, como es el caso de Taiwán y Corea del Sur, que han visto como los pedidos chinos han caído un 14,6 y un 8,3 por ciento respectivamente en el último año. El ministro de Finanzas surcoreano, Choi Kyung Hwan, aseguró a la CNBC que la cuarta economía de Asia es mucho más vulnerable a un debilitamiento de la economía china que a la posibilidad de que la Reserva Federal comience a normalizar su política monetaria a partir de este año. Europa sufre la situación china A pesar de que la bolsa china cerró la segunda jornada semanal con una subida cercana al 0,2 por ciento, el mercado europeo no se tomó bien el dato de importaciones, y las principales bolsas del Viejo Continente cerraron con descensos: el Ibex, tras subir más de un 7 por ciento la semana pasada, fue el índice que más cayó ayer entre las grandes bolsas europeas, con un deterioro del 1,28 por ciento, hasta los 10.115,3 puntos. El EuroStoxx 50 perdió un 0,8 por ciento, hasta los 3.221,28 y el Dax alemán un 0,86 por ciento, cerrando en 10.032,82 puntos. Tampoco hay que descartar el efecto que pudo tener en el mercado la encuesta de confianza económica en Alemania elaborada por el instituto ZEW: los 55,2 puntos representan el peor dato del año, por debajo de los 67,5 puntos del mes anterior y los 64,7 que estimaban los expertos con anterioridad. Ahora, el nuevo precio de entrada para el índice de referencia español estaría a un 3 por ciento de su cotización actual y se situaría en los 9.805,15 puntos. Y es que, Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, explica que el precio para entrar en las distintas compañías del Ibex se encuentra en el 50 por ciento del tramo que han recorrido las firmas desde el desplome que tuvo lugar en agosto por China; es decir, a medio camino entre los mínimos que se tocaron entonces, y los máximos que han tenido lugar tras todo el último rebote. Wall Street también sufrió descensos, aunque menos pronunciados que en Europa: el Dow Jones perdía a media sesión en torno a un 0,1 por ciento, tras declarar Daniel Tarullo, miembro del consejo de gobernación de la Reserva Federal, que no espera que se den las condiciones en Estados Unidos para una subida de tipos en este año 2015.