El desplome de Abengoa se mantiene. Las dudas generadas por su deuda, su sombrío balance y su estrategia continúan pasando factura a su cotización. Mientras que el Ibex 35 lideró los descensos de la renta variable europea con una caída del 1 por ciento, el descalabro de Abengoa superó el 26 por ciento -la tercera mayor caída de su historia-. Este retroceso se une a los registrados este lunes del 30 por ciento. Un varapo búrsatil que llevó a los títulos de la compañía andaluza a despedir la sesión del martes en los 1,04 euros por acción, es decir, en mínimos históricos. Sin embargo, Abengoa llegó a tocar cotas más bajas el pasado otoño cuando se desataron las dudas sobre el monto real de su deuda. Ese 14 de noviembre, marcó los 0,90 euros durante la jornada, aunque consiguió recuperarse hasta cerrar en 1,50 euros por acción con una caída del 36 por ciento. Los sobresaltos de las dos últimas sesiones han convertido a Abengoa en la compañia del Ibex más descapitalizada con un precio de mercado de 1.002 millones de euros. Algo que no sucedía desde el pasado 18 de diciembre del 2013. Le siguen en este desafortunado podium OHL y Sacyr, con 1.391 y 1.571 millones de euros de capitalización, respectivamente. El bono, descontrolado Los sobresaltos se han dejado sentir también en el mercado de renta fija. La rentabilidad del último bono emitido por la compañía el pasado mes de abril, con vencimiento en 2020, se sitúa ya en el entorno del 20 por ciento. Con este porcentaje tan elevado, la firma andaluza tiene prácticamente cerradas las puertas del mercado. Sirva como ejemplo, que el bono griego a cuatro años se sitúa en el 17 por ciento. En las últimas dos sesiones, los bonistas de Abengoa sufren pérdidas latentes del 23 por ciento y del 39 por ciento para los que acudieron a la colocación. Los bajistas, al acecho Hace dos años, cuando comenzaron los sobresaltos y las dudas sobre el estado financiero del grupo de tecnología y energías renovables, empezó a sufrir el acoso y derribo de las posiciones cortas. Un porcentaje, que en las últimas dos semanas, ha seguido subiendo hasta convertirse junto con OHL en las compañías más presionadas. Tres de los seis hedge funds con posiciones importantes, es decir, superiores al 0,50 por ciento del capital, han incrementado sus apuestas bajistas sobre el valor coincidiendo con la ampliación de capital. Se trata de la firma británica D.E. Shaw, que ha pasado de un 1,73 por ciento a un 2,02 por ciento, TT International ha subido su posición del 0,66 por ciento al 0,84 por ciento y, en tercer lugar, Och-Ziff Management Europe ha elevado sus posiciones del 0,53 por ciento hasta el 0,64 por ciento. Otra ampliación de capital que ha generado desconcierto ha sido la de OHL. Cayó este martes un 6,22 hasta los 13,95 euros. Otra constructora castigada por la posibilidad de que realice operaciones similares es FCC, perdió un 3 por ciento, en línea con la altamente endeudada, Sacyr.