"La posición del nuevo Gobierno griego se está volviendo más euroescéptica de lo que anticipábamos antes de las elecciones", advirtió ayer Goldman Sachs. Desde el punto de vista de la entidad, el juego político entra ahora en una fase clave en la que el Ejecutivo de Syriza tendrá que medir bien sus palabras y sus actos. Este escenario puede llevar a la situación en la que la cuerda se tense tanto que acabe por romperse: "Errores de cálculo podrían llevar a un accidente económico o financiero y, posiblemente, a sacar a Grecia del euro". ésta es la situación que Europa quiere evitar, pero que hoy está más cerca que hace dos semanas, según estima Goldman Sachs. Mientras las negociaciones políticas prosiguen, el Banco Central Europeo (BCE) sigue haciendo un rescate financiero en la sombra a los bancos griegos a través de la asistencia de liquidez de emergencia (ELA, por sus siglas en inglés). Al mismo tiempo, entre los líderes de la entidad van y vienen las declaraciones sobre si es el papel del BCE financiar a los bancos del país si ocurre una corrida bancaria. El Bundesbank alemán ya protestó por este papel de la entidad durante las crisis de Chipre y Grecia, según se supo por filtraciones internas. El ministro de finanzas heleno, Yanis Varoufakis, advirtió el domingo en París que necesita la ayuda del BCE para mantener a sus bancos a flote mientras prosiguen las negociaciones con sus socios europeos. Mientras sigue el debate en Fráncfort, el mercado percibió ayer un acercamiento entre Grecia y sus socios europeos después de que Varoufakis advirtiese que un acuerdo está más cerca. La Bolsa de Atenas, que vive en una montaña rusa, consiguió rebotar ayer y avanzar un 4,6 por ciento. La renta fija también consiguió frenar las tensiones, aunque de forma casi imperceptible. Las exigencias de los inversores para comprar títulos de deuda que venzan en esta legislatura (a 3 años) siguen superando el 19 por ciento de rentabilidad. Esto significa que la prima de riesgo a 3 años, o lo que es lo mismo, el diferencial entre el bono alemán y el griego en este tramo, cerró ayer a un paso de los 2.000 puntos básicos.