Alemania enfría las esperanzas de que su hoja de activos vuelva a niveles de 2012Recesión, deflación, depreciación... Los sustantivos que se emplean para definir la situación de la economía europea cada vez son más alarmantes. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, explicó este fin de semana en la cumbre del Fondo Monetario Internacional en Washington, que la última herramienta que le queda a la entidad es su balance. ¿Qué significa esto? Que agotada la vía de la rebaja de los tipos de interés, la de descontar activos de la banca y la de penalizar las reservas de liquidez, su única gran alternativa es ampliar el tamaño de su balance, esto es, comprar activos en el mercado. Super Mario pretende elevar en torno a un billón de euros el tamaño del balance del BCE, hasta devolverlo a los niveles de inicio de 2012, lo que sería situarse nuevamente en la zona de máximos históricos. Sin embargo, en las últimas semanas diversos líderes alemanes han salido al quite advirtiendo de su incomodidad con esta decisión de Fráncfort. Las dudas de Berlín han calado entre los expertos hasta el punto de que el 61 por ciento cree que no conseguirá cumplir su objetivo de devolver su balance hasta los niveles de hace dos años. Así lo refleja la encuesta mensual a casas de análisis que elabora Bloomberg. En total, los expertos creen que hasta finales de 2015 el BCE solo habrá conseguido elevar su balance en 450.000 millones. El BCE perdió su oportunidad clave hace dos semanas, en su reunión de octubre. El mercado esperaba para esa fecha todos los detalles de los que serán sus dos programas estrella de compra de bonos de titulización (ABS, por sus siglas en inglés) y de cédulas hipotecarias. Sin embargo, la institución evitó definir el montante que destinará a los dos programas, lo que ha extendido el pesimismo entre las casas de análisis. Un 67 por ciento de los expertos se muestra insatisfecho con los detalles ofrecidos por la entidad monetaria. Comprará bonos soberanos El pesimismo de los expertos se refleja también en que creen que el BCE se verá obligado a aplicar una medida más heterodoxa y, sobretodo, mucho más polémica: la compra de bonos soberanos de los estados miembro. Un 53 por ciento de los analistas consultados por Bloomberg prevé que la institución aplicará este programa y, de estos, un 90 por ciento creen que será en 2015, mientras que un 10 por ciento estima que lo activará este mismo año. Los líderes del BCE ya han discutido este programa en las últimas reuniones, sin embargo, en este punto se encuentran con una oposición férrea y radical de Alemania y la dificultad de sortear su propio mandato. La entidad tiene prohibido financiar a los estados, pero podría encontrar una vía alternativa si compra bonos en el mercado secundario con la excusa de mantener la integridad y la cohesión de la eurozona. Un programa muy similar fue aprobado en septiembre de 2012 y el Ejecutivo alemán lo llevó, primero ante el Tribunal Constitucional de su país y después a Bruselas. Con esta medida, que según el propio Draghi ha sido "la más exitosa", la entidad se comprometía a comprar deuda soberana de los países que pidiesen el rescate a la troika. Todavía no ha sido necesario activar ni un solo euro, pero esta herramienta, bautizada como OMT (Outright Monetary Transactions), fue suficiente para generar la confianza en la supervivencia de la moneda común y sentar las bases para cerrar la crisis del euro.