En las últimas semanas se han visto retrocesos en las bolsas ante la tensión en el conflicto entre Ucrania y Rusia. Después de las sanciones de EEUU y Unión Europea, Putin, a modo de respuesta, ha impuesto restricciones a las importaciones de productos agrícolas y amenaza con cerrar el espacio aéreo ruso a varias aerolíneas. A esto hay que sumarle los problemas de BES. Pese a ello, los bajos tipos, la mejora de los beneficios empresariales y las futuras inyecciones del BCE, mantienen el optimismo de los inversores.