Si hace dos semanas fue la encuesta de Merrill Lynch la que mostró que el pesimismo había crecido entre los gestores de los fondos de inversión, ahora es otro banco de inversión estadounidense, Goldman Sachs, el que recoge una caída de la confianza entre los consejeros delegados de las compañías. Para estos ejecutivos, el entorno económico y empresarial se va a deteriorar con fuerza en el tercer trimestre del año. A escala global, el índice de expectativas cae hasta los 42 puntos, el nivel más bajo desde 2003 y muy por debajo de los 71 puntos registrados con respecto al segundo trimestre. También se sitúan por debajo de la frontera de los 50 puntos -que marcan un cambio de tendencia- las perspectivas sobre la situación en Estados Unidos y Europa. En el primer caso, retroceden hasta los 39 puntos, la cota más baja desde el último trimestre de 2002. Aunque los consejeros delegados prevén, por lo tanto, un empeoramiento del marco general en el que se mueven sus compañías, también consideran que, de momento, esto no afectará demasiado a la actividad de fusiones y adquisiciones y a las inversiones de capital. En este sentido, desde Goldman Sachs apuntan que los datos "sugieren que las empresas están preocupadas de seguir moviéndose con operaciones estratégicas incluso en un escenario de cierta incertidumbre económica y financiera". En este ámbito, las expectativas son mayores en Estados Unidos que en Europa. Además, las compañías norteamericana se decantan por fusiones nacionales, mientras que las europeas apuestan por las transnacionales, si bien reconocen que "la intervención política y regulatoria" es un obstáculo.