El Ibex 35 se queda a un 1,6 por ciento de superar la cota de los 8.650 puntosDespués de la tempestad siempre llega la calma y tras la tormenta vendedora que azotó al Ibex 35 la semana pasada -se dejó un 3,7 por ciento-, el río torna poco a poco a su cauce, ya que el principal selectivo español volvió a teñirse de verde en la jornada de ayer. Y mucha culpa de ello tuvo Estados Unidos, ya que el aluvión de datos positivos provenientes del otro lado del Atlántico fue el motor de los alcistas que inundaron de alzas los principales selectivos europeos y estadounidenses. Por un lado, se publicó el dato del índice de cofianza del consumidor de Estados Unidos, que arrojó la mejor cifra desde febrero de 2008. Concretamente, se disparó hasta los 76,2 puntos frente a los 71,2 puntos esperados por el mercado y a los 69 puntos registrados el pasado mes. Por otro, el índice S&P/Case-Shiller, que mide la evolución del precio de la vivienda en las 20 mayores ciudades del país, escaló en marzo un 10,87 por ciento, la mayor subida en los últimos siete años. Asimismo, las distintas declaraciones de algunos miembros del Banco Central Europeo (BCE) sirvieron de apoyo para que las compras se impusieran en la sesión: "Si el lunes fue Jorg Asmussen [miembro de su junta ejecutiva], quien confirmó que la institución monetaria está considerando pasar a negativa la tasa de depósitos, ayer Peter Praet señaló que existe margen adicional para nuevas bajadas de tipos de interés, mientras que Ewald Nowotny [consejero del BCE], por su parte, se centró en señalar que la prioridad pasa por buscar fórmulas para potenciar la liquidez de los bancos", señala Daniel Pingarrón, analista de IG. En este contexto, el Ibex 35 logró escalar un 1,77 por ciento, hasta los 8.511,3 puntos -llegó a subir hasta un 2,63 por ciento a lo largo de la sesión-. Un alza que, junto a la experimentada el lunes, consiguió borrar las pérdidas cosechas la pasada semana y le permite avanzar un 4,2 por ciento en el año. De este modo, el selectivo vuelve a tomar el rumbo correcto para superar su próxima resistencia clave que los analistas de Ecotrader sitúan en los 8.650 puntos. Si el lunes fueron las constructoras las encargadas de tirar del índice, ayer quien más impulsó el movimiento alcista fue el sector bancario. Así, las principales entidades cotizadas subieron entre un 1 y un 6 por ciento, siendo los que más subieron Bankinter y Banco Popular, con repuntes del 5,24 y 3,75 por ciento, respectivamente. Además, Iberdrola, Sacyr y Amadeus marcaron nuevos máximos anuales -ver gráfico-. Las compras invaden Europa Los principales selectivos del Viejo Continente no quisieron ser menos y se sumaron a la fiesta de números verdes. En este sentido, lideró las alzas el Ftse Mib italiano que avanzó un 2,10 por ciento, mientras que el británico Ftse 100 y el EuroStoxx 50 repuntaron un 1,62 y un 1,46 por ciento, respectivamente. Por su parte, el frances Cac 40 y el Dax alemán subieron un 1,39 y un 1,16 por ciento, en cada caso. "Operativamente, la subida de ayer permite identificar los mínimos de la semana pasada como la línea divisoria que separa un contexto lateral de uno correctivo, dependiendo de si se mantienen o pierden, respectivamente. Hablamos de niveles como son los 2.750 puntos en el EuroStoxx 50 o los 8.200 en el Ibex 35", indica Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros. A media sesión, Wall Street también era una auténtica fiesta. Es más, el Dow Jones marcaba nuevos máximos históricos al superar los 15.500 puntos tras subir más de un 1 por ciento. Tendencia que intentaba seguir el S&P 500 que luchaba por alcanzar la cota de los 1.670 puntos. No obstante, estos no fueron los únicos índices que cosechaban buenas noticias. El tecnológico Nasdaq 100 lograba recuperar los 3.000 puntos perdidos la semana pasada al repuntar más de un 1 por ciento. La relajación llega a la deuda En el mercado de deuda igualmente la relajación fue la protagonista de la sesión. Al respecto, la prima de riesgo española descendió 8 puntos básicos, hasta los 280 puntos, por lo que en las dos primeras jornadas de la semana consiguió relajarse 19 puntos básicos. Asimismo, la rentabilidad del bono español a una década cerró en el 4,293 por ciento frente al 4,333 por ciento con que despidió la sesión anterior.