Llámese Grecia, Chipre o Italia, en la Eurozona siguen surgiendo "oportunidades" para que los políticos demuestren al mundo su alineación por un proyecto común. Pero no recogen el guante y ello desata el nerviosismo de los inversores. Mientras la sangre no llegue al río, puede haber oportunidades de inversión. En los últimos días, hemos visto fuertes ventas en la banca española que aumentan el interés por valores como el Santander o BBVA, entidades muy diversificadas que ofrecen una atractiva rentabilidad.