Junto a la desbandada del pequeño inversor de estos fondos, los gestores se han refugiado en la liquidezmadrid. "Cuando la liquidez es la reina". Ésta es la preferencia inversora de los gestores encuestados en febrero por Merrill Lynch y que está en línea con las decisiones tomadas por los partícipes españoles en enero. Si hace dos días se conocía que liquidaron 4.138,9 millones de euros más en bolsa de los que metieron, ahora se sabe que las principales víctimas responden al nombre de renta variable europea. Esta categoría se quedó en enero sin 1.476,4 millones de euros, según los datos de Inverco, y el principal abandonado fue Santander Dividendo Europa, que se quedó en el camino de enero sin 414,3 millones de los inversores. Además, este fondo registró una caída en su rentabilidad del 9,11 por ciento en un mes. ¿Por qué esta debilidad de uno de los fondos que está en el top 50 de la industria española por patrimonio? Por el importante peso de su cartera en valores financieros en un momento en el que este sector está en el ojo del huracán y, por consiguiente, sufriendo los mayores recortes bursátiles. Dentro de sus apuestas aparece ABN Amro, Royal Bank Of Scotland o Dexia, según los datos de Morningstar. Tras este fondo de la gestora de Santander, Foncaixa 94 Fondos Bolsa Europa sufrió unos reembolsos netos de 170,8 millones. Sus principales herramientas son otros fondos de inversión, como el Top Europ Plrs I EUR Acc, de Pionner, donde invierte el 5,84 por ciento o el Axa Rosenberg PanEurop Equity Alpha A Acc, en el que apuesta un 10, 05 por ciento de la cartera. Éste último fondo, con una cartera diversificada por sectores (Telefónica, Royal Dutch Shell, Bayer...), no pudo evitar una caída del 11,6 por ciento en enero. El poder de los monetarios Pero ¿dónde ha ido el dinero que los inversores sacaron de los fondos de bolsa española? Los gestores coinciden al asegurar que muchos partícipes prefieren pasar estos momentos resguardados en un fondo monetario, para volver más adelante a otro de bolsa. De hecho, estos productos conservadores lograron el pasado mes captar 1.149,7 millones frescos. Y si las salidas de bolsa son masivas entre los inversores particulares, los profesionales también están poniendo pies en polvorosa. Según la última encuesta de Merrill Lynch, los gestores de fondos y los responsables de asignación de activos "muestran ahora la mayor aversión al riesgo en más de siete años", explican Karen Olney y Michael Hartnett, los estrategas de Merrill que analizan todas las respuestas de los profesionales entrevistados. Un 41 por ciento de los encuestados otorga ahora más peso a la liquidez en sus carteras que su índice de referencia, algo que no se veía desde las fechas posteriores a los atentados terroristas del 11 de septiembre. Así, el nivel medio de liquidez en las carteras se ha disparado desde el 3,9 por ciento de enero hasta el 4,7 por ciento de febrero, lo que refleja que muchos inversores profesionales decidieron quitarse acciones de sus carteras asustados por las violentas caídas vividas el pasado mes. Además, uno de cada tres expertos ha tomado algún tipo de coberturas sobre renta variable en sus carteras gestionadas. Todo junto, "refleja una combinación de alto nivel de liquidez y aversión al riesgo sin precedentes", explican Olney y Hartnett.