La mayor aseguradora de bonos del mundo adelanta que cumplirá con sus obligacionesnueva York. Con una seguridad de plomo, MBIA, el asegurador de bonos más grande del mundo, no dudó en reconocer ayer ante el subcomité financiero del Congreso estar completamente preparado para lidiar con la caída de precios de los activos hipotecarios y, sobre todo, dejó bien claro que no necesita ninguna ayuda federal para sortear este delicado momento. Charles Chaplin, director financiero de la compañía, puso de manifiesto durante su comparecencia que "MBIA cuenta con la capitalización suficiente para rendir cuentas y ejercer sus obligaciones". Además añadió que "una ayuda federal para un conjunto de compañías, que como mucho corren el riesgo de perder su máxima calificación de deuda, estaría fuera de lugar". Tanto Chaplin, como su homólogo en Ambac Financial Group, Michael Callen, se dejaron caer ayer por el Capitolio con la clara intención de apaciguar las aguas frente a la recalificación a la baja que muchas agencias de rating, como Moody´s, Standard & Poor´s o Fitch están comenzando a ejercer sobre las aseguradoras de bonos y que han despertado el temor a posibles bancarrotas. Callen centró buena parte de su discurso en describir los retos a conseguir por Ambac a corto plazo, entre los que por supuesto se encuentra "conseguir la estabilidad en los ratings crediticios". Cabe recordar que tanto MBIA como Ambac se encuentran entre el grupo de cinco aseguradoras que luchan contracorriente para poder mantener su máxima calificación de crédito tras el desarrollo de la crisis desatada por las hipotecas de alto riesgo. La otra pata de las 'subprime De momento, MBIA se encuentra en cuarentena, a la espera de que S&P, Fitch y Moody´s decidan que hacer al respecto. Quién no ha corrido tanta suerte ha sido Ambac que ya ha visto como Fitch ha recortado el rating de sus actividad en el seguro de bonos de triple A a doble A. Un cambio de recomendación que pone en riesgo la continuidad de su negocio y de lo que se ha querido aprovechar el inversor Warren Buffet. Ha ofrecido 800.000 millones de dólares a estas entidades para pasar el bache, pero a cambio de los seguros sobre deuda municipal, que no tienen riesgo. El grupo de compañías lideradas por MBIA es lo que se conoce como monolines, que son aseguradoras de bonos. El gran problema al que se enfrentan es que, entre otras muchas cosas, son avalistas de emisiones de CDO -bonos emitidos sobre productos hipotecarios entre ellos los relacionados con las subprime-. Al caer el valor de los CDO relacionados con las hipotecas basura, las monoline están comprometidas a pagar por las emisiones aseguradas. Y ante una amalgama de impagos, si no captan capital suficiente para tapar ese agujero, pierden calidad crediticia. Sin ella, nadie se creerá que las emisiones que avalan son de fiar y eso las destruiría. Egan-Jones Ratings calcula que necesitan 200.000 millones de dólares para mantener su rating.