Guerra de cifras sobre las necesidades de capital de los bancos españoles. Por un lado tenemos a Botín, Lagarde y a S&P, que afirman que dichas necesidades ascienden a unos 40.000 millones de euros, cifra "manejable", según el FMI y la agencia de calificación. En el otro lado de la baraja se encuentra Fitch, que eleva las necesidades a 60.000 millones, y de paso rebaja la calidad crediticia de España hasta BBB con perspectiva negativa, siendo uno de sus argumentos el coste que tendrá la recapitalización bancaria.