El retraso de españoles, polacos, checos y húngaros en MiFID inquieta a Bruselasbruselas. Además de ser el festivo de Todos los Santos, el 1 de noviembre de este año es la fecha de entrada en vigor de la directiva comunitaria sobre instrumentos financieros, conocida como directiva MiFID por sus siglas en inglés. Arropada por un reglamento y otra directiva que la desarrollan, la directiva MiFID está llamada a revolucionar el sector: liberalizando el comercio europeo de productos financieros (las bolsas dejarán de tener el monopolio de los mercados de valores, entre otras cuestiones) y aumentando la protección de los pequeños inversores.España va a llegar tarde a la cita. Los expertos de la Comisión Europea aseguraron ayer que sólo 19 de los 27 países de la UE cumplirán el plazo del 1 de noviembre; aunque en las próximas semanas se elevará a 23 el número de países del club que habrán integrado MiFID en sus legislaciones nacionales. Las cuatro ovejas negras identificadas por Bruselas son los legisladores de España, Hungría, República Checa y Polonia.Como Bruselas se veía venir que en España le iban a decir eso de "vuelva usted mañana", ya tiene al país expedientado y al filo de ser denunciado ante el Tribunal de Justicia de la UE. Y ayer recordó que las empresas de los países que, como España, no tengan a punto su reglamentación nacional competirán en desventaja con el resto. Gracias a un parche transitorio, podrán seguir operando en el mercado único europeo a través de la caduca directiva de servicios financieros, que data de 1993. Pero no podrán acceder al abanico de posibilidades nuevas que abre MiFID, ni podrán impedir que las empresas del resto de países operen en el suyo favorecidas por el paraguas innovador de MiFID. Bruselas calcula que los países en condiciones de aplicar la directiva a tiempo suman el 92 por ciento de los intercambios y el 88 por ciento de la facturación en la UE.