Unas peticiones de 16.714 millones de euros permiten al Tesoro Público captar 6.170 millones madrid. Los inversores otorgaron un verdadero de voto de confianza a España en la subasta de deuda que tuvo lugar ayer. El Tesoro Público se encontró con el regalo soñado por cualquier vendedor: tener una numerosa clientela esperándole en la puerta. ¿Qué producto ofrecía? Letras a 12 y 18 meses. ¿Y qué objetivo perseguía? Captar entre 5.500 y 6.500 millones de euros con la venta de esos títulos. ¿Lo consiguió? Sí, puesto que en total obtuvo 6.170 millones. Lo logró, sobre todo, gracias a una abundante demanda. Sumando los 10.354 millones de euros de las peticiones correspondientes a los títulos a 12 meses y los 6.360 millones del papel a 18 meses, se encontró con unas solicitudes de 16.714 millones, la cifra conjunta más alta jamás vista en una subasta de letras. Esta histórica cifra, además de permitir el cumplimiento de la meta de financiación, concedió otro regalo al Tesoro: la factura de la emisión fue inferior a la de enero. Hace un mes, las letras a 12 meses se adjudicaron a un interés medio del 2,947 por ciento, por encima del 2,41 por ciento de ayer. En el caso de los títulos a 18 meses, la rentabilidad se redujo del 3,367 por ciento al 2,938 por ciento. De media, el abaratamiento con respecto a la colocación de hace un mes alcanzó el 15 por ciento. Además, los rendimientos fueron los más reducidos desde la subasta de noviembre. La prima de riesgo se relaja Los expertos hicieron un balance más que positivo de la operación. "Lo importante es que no hay ninguna sorpresa y que los datos de demanda dejan ver que la confianza va en aumento. Esto ayuda a tranquilizar a los mercados con respecto a España, que además vive ahora momentos de incertidumbre con la reforma financiera de las cajas, cuyo decreto se aprobará, en principio, este mismo viernes", asegura Soledad Pellón, estratega de mercados de IG Markets. "Hubo una gran acogida por parte de los inversores, aunque destacaría sobre todo la caída de las rentabilidades. Y este descenso hay que valorarlo muy positivamente porque, además, ayer coincidieron muchos emisores, tanto públicos como privados, buscando financiación en el mercado", agrega Pablo Guijarro, director de análisis macroeconómico de AFI. Esta sensación también cuajó en los mercados. Tras la subasta, las compras regresaron a la deuda española tras seis sesiones de ventas. El retorno del dinero propició un descenso de la rentabilidad, que baja cuando el precio de los títulos sube. El rendimiento de los bonos a 10 años se moderó del 5,45 al 5,41 por ciento. A su vez, esta bajada propició una caída de la prima de riesgo, medida por la diferencia entre el rendimiento de los bonos españoles y alemanes a 10 años. Esta brecha se estrechó de los 216 a los 213 puntos básicos -ó 2,13 puntos porcentuales-. Tras el buen sabor de boca dejado por la subasta de letras, el Tesoro volverá a la actividad mañana. Adjudicará obligaciones a 10 y 30 años, operación en la que se ha propuesto como meta captar entre 3.000 y 4.000 millones de euros. s Más información www.eleconomista.es/ mercados-cotizaciones