Muchas entidades revisan las cuentas de sus clientes y recortan el límite de sus tarjetaslondres. Los bancos británicos, alertados por la crisis de Northern Rock, han empezado a imponer condiciones más estrictas para las tarjetas de crédito y a rechazar prestatarios, para evitar que siga creciendo la deuda de sus clientes. Uno de los bancos que más ha endurecido las condiciones es Barclays. A través de su división de tarjetas de crédito Barclayscard, el tercer banco británico ya han reducido el límite de sus tarjetas a más de medio millón de clientes y está revisando las cuentas de todos ellos. También durante los últimos meses ha rechazado casi la mitad de las peticiones de tarjeta que ha recibido y que hace un tiempo sí que habría aceptado. Además, está analizando el comportamiento de sus clientes y asegurándose que no hay nada anormal en sus cuentas. Según fuentes de Barclays, la entidad empezó a revisar las cuentas a principios de este año y éstas se han acelerado después de la crisis del Northern Rock. Estas noticias, por otro lado, no son nada buenas para las tiendas y los grandes almacenes del país a tres meses vista de las Navidades, que creen que limitando las tarjetas de crédito también limita el tope a gastar. El endurecimiento de las condiciones se produce como respuesta a la preocupación de Barclayscard por el aumento del número de morosos. Barclayscard ha confirmado que este primer semestre ya había perdido un 17 por ciento del beneficio. También ha impuesto condiciones más restrictivas HSBC, el primer banco británico, que ha reconocido que se ha visto obligado a revisar los requisitos de los clientes debido a las nuevas normas internacionales sobre la solvencia de los bancos. Esta nueva normativa obliga a las entidades a destinar un capital extra para cuentas de crédito al descubierto, lo que les supone un gasto añadido.Otro banco que también está revisando las condiciones de sus créditos es Lloyds TSB. El quinto banco británico ya habría empezado a inspeccionar las cuentas de sus clientes, entrevistándose con ellos en persona o por teléfono para detectar cualquier anormalidad y cuentas en desuso o con problemas.Tras la crisis de Northern, el gobierno británico está estudiando cómo reformar el Servicio de Compensación Financiero (FSCS), el organismo que se encarga de pagar las compensaciones del Gobierno. En su discurso el domingo en el congreso laborista, el ministro de finanzas, Alistair Campbell, avanzó que quería aumentar el nivel de protección ofrecido a los clientes y pasar de asegurar los ahorros de los ciudadanos de los 45.460 euros actuales a los 150.000 euros. Esto significa también que el gobierno cargará un impuesto a los bancos, que hasta ahora no pagaban.