Los bancos de inversión de todo el mundo se han pasado los últimos años atiborrándose en los abrevaderos del capital riesgo. Las empresas de este sector, ricas en efectivo, les han facilitado decenas de millones de dólares en honorarios y, a cambio, los bancos les han prestado cada vez más dinero.A medida que las deudas se amontonan y los convenios se aligeran, muchos en el sector han reunido fuerzas secretamente para la madre de todas las correcciones. Y entonces pasó lo que tenía que pasar. Cuando se filtró la noticia de la crisis de las hipotecas basura, conocidas también como de alto riesgo, los inversores que previamente habían engullido los préstamos emitidos para realizar adquisiciones se empezaron a poner nerviosos y buscaron rápidamente la seguridad de activos como los bonos gubernamentales.Millones de dólares 'colgados'De repente, se había acabado la fiesta y los bancos se despertaron con una resaca de más de 400.000 millones de dólares en préstamos empleados para respaldar adquisiciones. En Europa, 80.000 millones de euros en préstamos han quedado suscritos en los balances bancarios sin poderse vender de nuevo en el mercado de deuda. La carnicería es todavía peor al otro lado del Atlántico, donde se han quedado colgados 280.000 millones de dólares.Aunque el ojo del huracán de los créditos se ha trasladado a otras áreas, como los vehículos sofisticados de inversión, el ritmo de la recuperación dependerá hasta cierto punto de la rapidez con que los bancos puedan empujar los préstamos pendientes hacia el mercado y a qué precio -básicamente, cuánto tardará la pitón en comerse el cerdo-. Pero para que el proceso pueda ponerse en marcha tienen que ocurrir varias cosas. En primer lugar, es necesario que los precios del mercado secundario se estabilicen y aumenten. Hasta que eso suceda, los inversores seguirán comprando deuda bajo par -por debajo de los precios anteriores de adquisición-, a 90 o 95 peniques la libra y rechazarán nuevas emisiones vendidas a la par.Incluso cuando el mercado se abra, las empresas de capital riesgo tendrán que examinar dura y fríamente sus transacciones. La mayor parte de la deuda tendrá que recolocarse con importantes descuentos y reestructurase para que los inversores compren. Y harán falta convenios más estrictos.Peligro de 'inundación' de préstamosAlgunas empresas ya lo han asimilado y se has han arreglado para librarse de sus negocios. Otras, como Kohlberg Kravis Roberts (KKR), que compró Alliance Boots, se niegan a suavizar lo bastante los términos y dejan a los bancos atascados con unos 8.000 millones de libras en préstamos con un precio y una estructura propia del apogeo del boom de los créditos.Suponiendo que se repreciara todo, cabría la posibilidad de que todos los bancos inundaran el mercado con préstamos al mismo tiempo, provocando un serio bloqueo. Parece probable, dado que varios grandes bancos de Wall Street querrán despejar sus libros antes de cerrar su ejercicio fiscal en noviembre.Bob Diamond, presidente de Barclays y director ejecutivo de Barclays Capital, la división de banca de inversiones, calcula que haría falta "un mes más o menos" para despejar los asuntos pendientes. Otros parecen pensar que harán falta varios meses y habrá que esperar cerca de tres para vender todos los préstamos.Sólo entonces, el patrimonio privado podrá volver a encarrilarse hacia las compras, aunque el mundo será un lugar muy diferente. La deuda será más cara y estará mucho menos disponible. Los inversores exigirán garantías herméticas antes de acercarse a una adquisición apalancada. Decididamente, la fiesta se ha terminado. Hasta la próxima vez.No hay mal...Después de una calamidad o un desastre -e incluso durante-, siempre hay alguien que ve el lado positivo. Ahora, en plena secuela de las que posiblemente han sido las peores semanas de los mercados financieros en los últimos años, aparecen los analistas que hablan de "economía real".Los economistas discrepan sobre la relación que guardan las caídas de los precios de las acciones con la disminución del crecimiento de la economía en general. Habrá algunas consecuencias. Las entidades financieras se relamen las heridas y los servicios financieros representan el 9% del PIB. Sin embargo, Vicky Redwood, de Capital Economics, señala que la mitad corresponde a los principales bancos y sociedades de créditos hipotecarios, que en su gran mayoría no se han visto afectados por las dificultades. Hay a quienes la punta de la volatilidad les ha supuesto una buena oportunidad comercial. Capital Economics calcula improbable que la recesión del sector financiero frene en más del 0,1% el crecimiento del PIB. Los bonos se verán afectados tal vez entre el 10% y el 20%, aunque según Redwood eso apenas reduciría el gasto de los consumidores en muy poco y no podría provocar por sí solo una caída de los precios de la vivienda. Malas expectativasLos optimistas también sostienen que las caídas en los precios de las acciones sólo afectan marginalmente a los ciudadanos. La mayoría de las acciones privadas están inmovilizadas en planes de pensiones y su confianza se ha mantenido gracias a la tendencia alcista de los precios inmobiliarios.Eso no quiere decir que los economistas no esperen algún tipo de recesión. Geoffrey Dicks, de RBS Financial Markets, ha dicho que el pánico provocado por las hipotecas de alto riesgo ha conllevado el endurecimiento de las condiciones de los créditos en todo el mundo. "En los próximos meses, las hipotecas se repreciarán y las condiciones de los préstamos se volverán más estrictas. Lo mismo ocurrirá en el sector empresarial. El crédito será más caro por lo general e incluso inexistente respecto a algunos tipos de préstamos de mayor riesgo. Las repercusiones del gasto […] se generalizarán a medida que los hogares y las empresas se vean obligados a recurrir a sus rentas para financiar una parte superior de sus gastos". Algunas de las operaciones que han tenido que congelarseAlliance Boots: Los bancos retrasaron la emisión de la mayoría de préstamos por valor de 13.000 millones de euros para financiar adquisiciones. Los que sí vendieron sufrieron grandes pérdidas.Saga-AA: Los bancos que suscribieron los 7.200 millones de euros en préstamos no han logrado refinanciar esta deuda a través de otras entidades.Corus / Tata Steel: Otro en problemas para refinanciar su deuda fue el grupo acerero, que tuvo que suavizar las condiciones en la emisión de paquetes de préstamos por valor de 5.400 millones de euros. EMI: Citigroup suscribió una deuda de 4.800 euros, pero todavía no ha logrado refinanciarla en el mercado.Arcelor: Los planes del grupo siderúrgico de emitir 1.000 millones de euros en bonos crearon confusión en los mercados de deuda. Endemol: Los bancos financiadores mantienen todavía 2.000 millones de euros en préstamos que no han tenido forma de vender en el mercado.