El optimismo se desató al sorprender el banco de inversión con unos resultados mejores de lo previstomadrid. Los hermanos mayores tienen la responsabilidad de arrimar el hombro para sacar adelante la familia en épocas de hambruna. Quizá por eso, los Lehman salieron ayer en defensa de las bolsas. Desde luego, cumplen los dos requisitos: son hermanos (es el significado del vocablo inglés Brothers) y mayores (este banco estadounidense lo fundaron en Alabama los Lehman, unos inmigrantes alemanes, en 1850). Para defender la familia bursátil, tan mermada en las últimas semanas, lo único que hicieron fue presentar unos resultados mejores de lo esperado. O dicho de otro modo, reforzar el ánimo de los ahorradores en un sector en el que se esperaba lo peor en la presentación de cuentas trimestrales, por los posibles efectos de la crisis de las hipotecas basura. De todos los hermanos pequeños, el español esbozó la mayor sonrisa, tras llorar a moco tendido en las últimas sesiones para caer el lunes cerca de mínimos anuales. Ayer, en cambio, el Ibex logró rebotar un 2,5 por ciento, su mayor ganancia desde diciembre, y superar de una tacada los 14.000 puntos.Banca y construcción rebotanEl mayor festín se lo dieron valores muy castigados en los últimos meses como Acciona, que subió un 8 por ciento; ACS, que se apuntó un 5,74 por ciento, y Sacyr Vallehermoso, con un 4,92 por ciento, mientras que en el sector financiero se vieron repuntes como el del 4,4 por ciento de la aseguradora Mapfre o el 3,3 por ciento de BBVA y Banesto. ¿Pero se trata de un repunte fiable o de un mero salto técnico? Según Javier Barrio, director de ventas de BPI, "tiene algo más de carácter que un simple rebote. La gente está dispuesta a comprar a determinados precios constructoras y bancos. La señal ha sido positiva, pero todavía no hay que fiarse cien por cien", asegura. Nicolás López, director de análisis de MG Valores, también invita a la prudencia: "Todavía no me atrevería a decir que las subidas son sólidas. Me da la sensación de que el escenario crediticio sigue delicado", asegura. Y a los valores que rebotaron ayer los mira con cautela: "Ahora, los sectores más expuestos al mercado inmobiliario se enfrentan a crecimientos cero en los próximos años, por lo que no entraría ni banca doméstica ni constructoras. Santander y BBVA los veo mejor que los demás", comenta.En la fuerza del Ibex ayer, no sólo hubo construcción y banca. Telefónica, el hermano mayor -en este caso por capitalización- de la bolsa española volvió a despuntar. Su ganancia del 2,46 por ciento le llevó a cerrar en 19,17 euros, nuevo máximo desde el año 2000. Al igual que Lehman Brothers, Telefónica también está cumpliendo sobradamente con su obligación de tirar del mercado en tiempos difíciles. De no ser por su fuerte ganancia desde mediados de junio, el Ibex estaría por debajo de 13.700 puntos, frente a los 14.042 millones de euros. Lo mejor , a diferencia de otros rebotes, fue que se movió más dinero, señal de que algunos inversores creen que el castigo ya ha sido excesivo. Se movieron más de 6.000 millones de euros, cifra similar a la que se dio con los descensos del lunes. Hasta ahora, en las sesiones bajistas se había negociado más que en las alcistas.El mercado español estuvo secundado por el resto de plazas europeas, que se movieron sin dudas al alza a la espera de la reunión de la Reserva Federal. La francesa fue la que más cercana estuvo del Ibex y el índice Cac 40 ganó un 2,02 por ciento, hasta 5.549,35 puntos. El Ftse 100 del mercado británico, muy castigado en las últimas sesiones por el caso Northern Rock, también rebotó un 1,6 por ciento.