Nueva York/madrid. En Detroit, la capital del automóvil de Estados Unidos, no ganan para disgustos. Si todavía se notan los efectos de las reestructuraciones que fabricantes como General Motors, Ford o Chrysler han tenido que llevar a cabo para sobrevivir a la avanzadilla nipona, ahora resulta que la crisis desatada por las hipotecas subprime también podría atragantarse a la industria del automóvil. Algunos ya se echan a temblar y no es para menos. Según la consultora RealtyTrac, sólo en el área metropolitana de la ciudad, más 29.000 casas han sido embargadas, lo que convierte a Detroit en una de las urbes con más porcentaje de morosidad hipotecaria. Hay que tener en cuenta que los miles de despidos que han azotado a los trabajadores de los principales fabricantes de coches norteamericanos han tenido como efecto resultante que a muchos ciudadanos les sea imposible hacer frente al pago de sus letras mensuales. Por supuesto, a este factor hay que añadir que muchos analistas ya prevén que el aparente desahogo financiero que las exóticas hipotecas con intereses variables o las propias subprime suministraban a sus suscriptores durante los primeros años ha llegado a su fin. No hay dinero para el cocheUn automóvil es el segundo gasto más importante de una familia después de su vivienda y, por tanto, la mayoría de los analistas coincide en que el mercado automovilístico es un excelente indicador de los niveles de consumo. Y es que el dinero que antes se destinaba a comprar un coche o una segunda vivienda ya no está disponible. De hecho, muchas personas deben elegir entre pagar su automóvil o luchar por hacer frente al pago de las letras de sus casas. Bob Walters, economista jefe de Rock Financial, explicaba al diario Detroit Free Press que "más del 30 por ciento de personas que podrían haber sido conseguido una hipoteca a comienzos de año, ya no la lograrían". "Este grupo incluye un gran número de trabajadores con problemas para verificar sus fuentes de ingresos", añadía. A comienzos de 2007, una persona que no podía justificar sus bienes, conseguía hacerse fácilmente con una hipoteca de unos 200.000 dólares a un tipo de interés del 7,5 por ciento, al que no habría que añadir ningún otro tipo de tarifa. Hoy en día, habría que pagar alrededor de 10.000 dólares, para conseguir ese tipo de interés. Con este panorama tan poco alentador, Edmunds.com, una entidad que vigila de cerca las ventas automovilísticas en Estados Unidos asegura que las ventas de vehículos para el correspondiente mes (agosto) caerán más de un 10 por ciento si se comparan con las de hace un año. Cabe recordar que durante julio, las ventas cayeron un 19 por ciento, comparadas con las de dos meses antes. Para rizar el rizo, CNW Research, firma de investigación de mercados, ha informado que cerca del 13,6 por ciento del mercado potencial de clientes que pensaban comprar un coche ha cancelado sus planes. ¿Cuál es la razón principal para este cambio de opinión? Problemas relacionados con los préstamos hipotecarios de sus viviendas. Malos auguriosArt Spinella, presidente de CNW, declaraba a CNN que "probablemente vamos a ver muy malos resultados entre las automovilísticas en lo que queda de año". "Simplemente, el mercado inmobiliario se ha convertido en el nuevo escollo para la venta de coches", dejó claro. Sin embargo, Bob Schnorbus, economista de J.D Power & Associates, cree que "agosto no se convertirá en el mes de la hecatombe de ventas y no permitirá dilucidar el daño que la crisis hipotecaria está causando en el mercado automovilístico". De momento, grandes compañías, como General Motors, prefieren hacer mutis por el foro y negar la realidad, aunque todo parece indicar que el simple uso de la lógica prevé que la actual situación del mercado hipotecario acabará dañando a los fabricantes automovilísticos y si no, el tiempo lo dirá.¿Qué pasa con Europa?De momento, no existen informes que apunten a una recaída del huracán subprime sobre el mercado del motor en Europa, principalmente porque los datos que manejan las casas de análisis se remontan a fin de julio y son precedentes al pinchazo inmobiliario estadounidense. Sin embargo, ayer se hicieron públicos los datos sobre la confianza empresarial en Alemania, que bajó 0,6 puntos, con lo cual es probable que también la propensión al consumo de las familias haga lo propio. A la espera de otras posibles novedades negativas, los analistas mantienen su optimismo en lo que se refiere el futuro bursátil de los fabricantes del Viejo Continente. La mayoría de ellos aconseja comprar o mantener los títulos de las automovilísticas. De éstas, la mejor parada es Porsche, en cuyo caso, la recomendación es de comprar en un 63 por ciento de los casos y de mantener en un 27. En peor situación se encuentra su filial, Volkswagen. Los analistas recomiendan comprar en un 26,6 por ciento de los casos, mantener en un 50 por ciento y vender en un 23,33 por ciento.Sin embargo, incluso a pesar de las turbulencias que afectan a la otra orilla del Atlántico, el sector automovilístico de Europa no está pasando por su mejor momento. De acuerdo con Ahorro Corporación, los problemas de las cuatros ruedas en Europa son esencialmente dos: los altos precios de las materias primas y a la fuerte competencia de las firmas asiáticas. Este último es un problema que la industria europea del automóvil comparte con la estadounidense: en el primer semestre, por primera vez en la historia, Toyota ha superado a General Motors en el trono de primer fabricante mundial de turismos y no se prevé que la situación cambie en la segunda mitad del año. En España, el mercado sigue gozando de buena salud, a pesar de un descenso moderado con respecto al año pasado. Según datos de la Patronal de los fabricantes (Anfac), en julio se vendieron 167.421 turismos, 10.000 menos que en 2004, cuando las ventas alcanzaron su mejor nivel. Ahora, los expertos esperan los datos de agosto, para saber si el efecto subprime ha llegado a Europa.