Tal y como se está comportando el mercado de renta variable durante las últimas semanas -sufriendo altibajos que en estos tiempos lo convierten un poco más en no apto para cardíacos-, una de las alternativas que está ganando más atractivo son las Letras del Tesoro. Ayer se produjo la subasta mensual de estos productos de renta fija correspondiente a agosto, donde los títulos a doce meses cubrieron la demanda con una rentabilidad del 4,27 por ciento. Atrás quedó la cifra alcanzada el mes pasado, cuando este vehículo de inversión marcó el retorno más elevado desde 2001, al tocar el 4,41 por ciento de retribución. Se rompe así la tendencia alcista que la deuda pública estaba viviendo en los últimos tiempos. Aunque bien es cierto que la rentabilidad de las Letras a 12 meses incrementó en 78 puntos básicos la alcanzada en la subasta del 16 de agosto de 2006. Este activo continúa siendo un buen vehículo para la inversión, sobre todo en épocas en que el riesgo bursátil es creciente, cuando se produce la huida hacia la calidad: los inversores recogen su dinero de títulos arriesgados para invertirlo en algo que ofrezca más seguridad. Además, las Letras pueden presumir de estar viviendo en 2007 un vigésimo aniversario digno de alabanza. Así, se han desmarcado de otras inversiones superando en rentabilidad a la inflación española y, de momento, al Ibex 35 en lo que llevamos de ejercicio -el índice apenas sube un 2,87 por ciento-.A parte de las Letras a doce meses, ayer se subastaron las de seis meses, que obtuvieron un interés del 4,158 por ciento. Los ahorradores tendrán su próxima cita con las Letras el 19 de septiembre.