La aversión al riesgo perjudica a la 'moneda única' y fortalece al yen, al franco y al dólarMADRID. La moneda única no atraviesa un buen momento: lleva en caída libre desde principios de año y las últimas noticias que vienen desde Europa no dan motivos para confiar en la fortaleza del euro. En esta ocasión, la enésima muestra de debilidad de la divisa europea tuvo su epicentro en Fráncfort. El jueves expira el mayor préstamo jamás concedido por el Banco Central Europeo (BCE) esta entidad a la banca comercial. Hace un año, les entregó 442.240 millones de euros. Y ahora llega el momento de devolverlos, una obligación que genera más incertidumbre en el ya castigado sector bancario. "El vencimiento del mayor programa de financiación en la historia del BCE añade más tensión a los bancos europeos", aseguran los expertos de divisas de Cantor Fitzgerald. Como, además, esta incertidumbre estimula la aversión por el riesgo, el euro se ve doblemente perjudicado, al tiempo que las divisas de reserva, como el yen o el franco suizo, se ven fortalecidas. A la espera de observar el impacto real del vencimiento en la banca, los inversores prefierieron ver los acontecimientos desde fuera. Y lo hicieron vendiendo euros, con la consiguiente merma de su valor. El mayor efecto se registra contra el yen japonés. La debilidad de la moneda única se registró contra el dólar. El euro se depreció un 0,62 por ciento, hasta los 1,215 dólares. Tras este descenso, la divisa europea ya cae un 15 por ciento contra el billete verde en 2010. Contra el franco suizo, la divisa europea bajó un 1,05 por ciento, hasta los 1,32 francos. Este cambio supone su valor más bajo frentea la moneda helvética desde el nacimiento oficial del euro en 1999. También cedió terreno contra la libra esterlina. Frente a ella retrocedió un 0,51 por ciento, hasta los 1,237 euros. No había que reunir tantos euros para comprar una libra desde noviembre de 2008. La moneda única se depreció igualmente un 1,59 por ciento, hasta los 107,98 yenes, aunque llegó a caer hasta los 107,32, su cambio más reducido desde noviembre de 2001.. La poca confianza que está inspirando el euro hace que los inversores vendan la moneda europea para comprar otras divisas que les sirvan de valor "refugio", lo que está repercutiendo en la disminución del valor del euro frente al resto de monedas.