Suma y sigue, parece que el ansia expansionista de las principales bolsas del mundo no tiene fin. El último en lanzar el anzuelo y en pescar una buena pieza ha sido la alemana Deutsche Boerse que tras varios días de rumores acordó ayer la compra del mercado de derivados estadounidense, International Securities Exchange (ISE), por 2.800 millones de dólares en efectivo. Esta operación supone un paso de gigante para la Boerse puesto que el ISE es el segundo mayor mercado de derivados de Estados Unidos, por detrás de la Chicago Borrad Options Exchange. Así, la alemana pasa a situarse en un puesto privilegiado dentro del sector al otro lado del Atlántico. Según especificaba Deutsche Boerse, los accionistas de la ISE recibirán un total de 67,50 dólares por acción, cerca de un 48 por ciento más que el cierre del viernes pasado de la estadounidense. La compra se realizará a través de la bolsa de derivados Eurex, cuya propiedad es compartida por la Deutsche Boerse y la Bolsa de Suiza (SWX).Por supuesto, pese a la oficialización del acuerdo, los inversores del ISE deben dar el visto bueno al trato, algo que "se producirá lo antes posible", según el comunicado dado a conocer por los alemanes. Además, la negociación tendrá que someterse a la aprobación de la Comisión de Mercados e Inversores de Estados Unidos (SEC). Una vez más parece que el mercado de derivados, en el que se negocian, entre otros instrumentos, opciones y futuros, vuelve a resultar un sector mucho más apetecible que los tradicionales porque su crecimiento es mucho más acelerado que el de los mercados convencionales.