Si este alza tuviera continuidad en los próximos meses, no se alcanzarían las previsiones anualesLa crisis inmobiliaria y la pérdida de confianza hacen del Ibex uno de los peores índices de la UEmadrid. Si los inversores españoles tuvieran que poner una nota al Ibex para los cuatro primeros meses del año, ésa sería sin duda un insuficiente. El selectivo ha arrancado el primer cuatrimestre del ejercicio con una remontada de un 1,61 por ciento, inferior a lo que establecían las previsiones de los analistas antes de que arrancase el año. Por ello, el principal índice español tendrá que ir a recuperación durante los próximos meses si quiere lograr los objetivos que le pusieron los analistas a comienzo de año: una subida de entre un 6 y un 10 por ciento -que supone lograr un avance entre un 2 y un 3,3 por ciento cuatrimestral-.La situación es todavía peor si se compara el rendimiento del Ibex frente al de sus compañeros de clase. Muy pocos parqués mundiales han avanzado menos que el índice español durante los cuatro primeros meses del año. Así, entre los mercados europeos más importantes el Ftse inglés ha ganado un 3,6 por ciento, el Cac francés un 7,55 por ciento y el Dax alemán un 12,31 por ciento. Incluso los parqués norteamericanos, perjudicados por la fortaleza del euro sobre el dólar -plasmada con el máximo histórico del pasado viernes 27 de abril- han saboreado más subidas que el Ibex.La clave, según los expertos, ha estado en la recta final del cuatrimestre, cuando la evolución del índice español se desligó de la de los principales parqués mundiales. Dos asignaturas han sido las culpables: la crisis de las compañías inmobiliarias -originada por la debacle de Astroc en el parqué y su efecto arrastre- y la intervención del ex presidente de la CNMV, Manuel Conthe ante el Congreso, en el que puso en el entredicho la independencia del organismo supervisor. Como apuntan los expertos de Link Securities "el dinero es el animal más miedoso del mundo", por lo que, señalan, "cualquier incertidumbre, falta de transparencia y de seguridad jurídica que puedan percibir los inversores será letal para un mercado de valores". Tanto ha sido el efecto demoledor de estos dos obstáculos para el Ibex que no ha sido capaz de recoger las subidas ante operaciones corporativas de Iberia, Altadis y el desenlace de la opa de Endesa.