MADRID. Definitivamente, Grecia no convence en los mercados financieros. Basta con observar la masiva oleada de ventas de bonos helenos que se produjo ayer, con el consiguiente repunte de los rendimientos, que suben cuando el precio de los títulos baja. La rentabilidad de los títulos griegos a 10 años pasó del 6,24 al 6,73 por ciento, el nivel más alto desde finales de 1999. Este incremento amplió la prima de riesgo que supone la diferencia de rentabilidad entre los bonos helenos y alemanes hasta los 353 puntos básicos -ó 3,53 puntos porcentuales-, la mayor desde 1998. La desbandada de los inversores se produjo el mismo día en que el diario Financial Times informó que el Gobierno griego sondea la disposición de China para colocar allí una emisión de deuda pública de hasta 25.000 millones de euros. A su vez, las apreturas griegas contagiaron al euro, que ayer llegó a depreciarse hasta los 1,402 dólares, su cambio más bajo contra el billete verde desde agosto. Portugal remoja sus barbas Otro eurosocio en apuros es Portugal, cuya timidez a la hora de recortar el déficit público en 2010 -tiene previsto reducirlo del 9,3 al 8,3 por ciento del PIB- podría condenarle a una rebaja de rating.