JP Morgan arranca hoy con la presentación de resultados en el sector y se espera un crecimiento del 48% en el beneficiomadrid. La frontera que divide el amor y el odio es muy débil, por lo que se puede cruzar con mucha facilidad. Si el sector bancario es el que ha liderado los avances en la mayoría de los indicadores del mundo gracias a una mejora de sus balances y del mercado financiero, ahora llega la gran reválida con la presentación de los resultados de 2009. El encargado de dar hoy el pistoletazo de salida es JP Morgan, que podría presentar un beneficio neto de 8.329 millones de dólares, lo que supondría un incremento del 48 por ciento respecto a 2008. "Los inversores esperan mucho de los resultados de JP Morgan Chase", comenta Link Securities en su informe diario. Los expertos han proyectado unas estimaciones que en varios bancos no se están cumpliendo, como ha sido el caso de Société Générale. La entidad francesa aseguró el miércoles que espera obtener un ligero beneficio en el cuarto trimestre de 2009, pero que será menor de lo esperado, al incluir un impacto negativo de 1.400 millones de los activos de riesgo. Los analistas aseguran que las cifras trimestrales, concretamente en Estados Unidos, superarán con creces a las presentadas por las cotizadas en el cuarto trimestre de 2008. Las nuevas estructuras de gastos, más acordes con la realidad de la demanda, aportarán mejoras sustanciales en la parte de debajo de las cuentas de resultados, algo que ha venido atisbándose en los trimestres precedentes. Sin embargo, puede que esto no sea suficiente para la comunidad financiera, ya que el mercado también espera que en las cuentas se vean signos de recuperación económica. Por eso, los inversores estarán pendientes de cualquier información que den sobre la evolución de sus negocios en los próximos trimestres. El problema que se presenta en el medio plazo a las entidades es el impuesto especial que quiere imponer el Gobierno de EEUU a los grandes bancos. Éste, que iría en función del riesgo asumido por la entidad -a mayor riesgo, mayor gravamen, ya que sólo se salvan los depósitos y del capital-, tendría un impacto negativo en sus cuentas, ya que reduciría la capacidad de generación de beneficios en 2011.