Haga un esfuerzo y eche la vista atrás. ¿Se acuerda cuando en 2004 Santander anunció la adquisición del banco británico Abbey National acompañada de una importante ampliación de capital y durante algunos meses la bolsa le dio la espalda? Pues ahora las cosas han cambiado mucho. Controlar la entidad inglesa es uno de sus principales valedores para el banco.Lo piensa Standard&Poor's (S&P), que ayer decidió mejorar la calificación crediticia a largo plazo de la entidad presidida por Emilio Botín, para bautizarla con un AA frente al AA- anterior. ¿Las razones? La más importante es la apuesta por la diversificación que ha realizado en los últimos años Santander, fundamentalmente la adquisición de Abbey. Y, además, S&P prevé que continúe jugando a su favor en el futuro. "Esperamos que Santander siga mejorando su rendimiento financiero, beneficiándose de las buenas perspectivas con las que cuentan todas sus unidades de negocio, incluyendo una constante mejora para Abbey", explicó Jesús Martínez, analista de la firma de calificación crediticia. También adelantó que si Santander pretende ver otra mejora en su crédito debería continuar reduciendo su exposición a los países emergentes -una parte importante del negocio de Santander se genera en América Latina- "donde mantiene una posición muy fuerte", puntualiza S&P.Las acciones de Santander avanzaron ayer en bolsa un 0,33 por ciento, hasta los 13,55 euros. A este precio, el banco todavía está muy lejos de su valoración ideal de acuerdo con las estimaciones del consenso de los analistas, que calculan que su precio justo es 16,50 euros.