Ante la avalancha de órdenes, uno de los ordenadores se colapsómadrid. No es broma. Si el Dow Jones sufrió el martes la mayor caída desde los atentados del 11-S no fue exclusivamente por el escepticismo de los inversores ni la disparatada caída de China en la madrugada, sino por un problema técnico. La compañía que elabora el índice observó que su servidor principal se estaba sobrecargando y decidió cambiar la actividad a un ordenador secundario. Sin embargo, cuando éste empezó a funcionar cogió los datos de operaciones hechas antes en el día. Consecuencia: el índice retrocedió casi 200 puntos en un minuto, que 60 segundos después se dispararon a más de 300 puntos, o un 2,2 por ciento, hasta el mínimo del día. En los mercados Nyse y Nasdaq también hubo problemas.