Almunia y Caruana descartan por presiones políticas un euro regulador del mercadobruselas. El Fondo Monetario Internacional (FMI) desplazó ayer a Bruselas a parte de su plana mayor para pedir a Europa que avance en la integración de sus mercados sin olvidarse de reforzar su maraña de sistemas nacionales de supervisión financiera. Organizó para ello una conferencia en la capital de la UE titulada Poner a trabajar el dinero de Europa, y desveló las grandes líneas del libro que presentará esta primavera: La integración de los mercados financieros europeos.Según el FMI, el proceso de integración de las finanzas europeas ha ayudado a las grandes empresas. Para que beneficie a las pymes y a los ciudadanos, es necesario mayor convergencia entre las legislaciones nacionales de los veintisiete estados de la UE, entre sus normas de protección al consumidor, sus sistemas fiscales, y una mayor integración de las cámaras de liquidación y compensación bursátil. Los participantes en la conferencia, entre ellos los españoles Joaquín Almunia, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, y Jaime Caruana, ex gobernador del Banco de España y actual director del Departamento Monetario y de Mercados de Capitales del FMI, abordaron también la necesidad de que Europa mejore su complicada red para garantizar la estabilidad financiera. Almunia descartó "cambios radicales en un periodo de tiempo razonable". Caruana admitió que crear un regulador único que sustituya a los más de 80 actuales "políticamente no es viable, pero no debe ser descartado". Abogó de momento por introducir cierta centralización: elaborar "procesos uniformes de resolución de crisis financieras"; crear bases de datos comunes entre los supervisores nacionales; y armonizar los depósitos de seguros.