El banco coordinador de la salida a bolsa de Renta Corporación no ha perdido el tiempo. Morgan Stanley podía desde ayer publicar su valoración de la inmobiliaria, después de haber guardado el preceptivo silencio durante 40 días (plazo, conocido como black out, durante el que los analistas no pueden publicar informes de una compañía que sale a bolsa). Dicho y hecho: a primera hora de la mañana, aconsejaba sobreponderar los títulos de la compañía, a los que asignaba un precio de 32 euros por acción.Pero ni siquiera el apoyo de Morgan Stanley fue suficiente para sustentar al valor. Perdió ayer un 2,06 por ciento, hasta 28,01 euros por acción, y todavía dista un 3,5 por ciento de los 29 euros fijados como precio de referencia en su Oferta Pública de Venta (OPV).Negocio "muy rentable"Morgan Stanley no ha racaneado los elogios en su informe. Destaca que su modelo de negocio es "muy rentable", pues logra márgenes en torno al 30 por ciento de la cifra de ventas, e indica además que su riesgo es mínimo. Los inversores, en cambio, no deben pensar lo mismo de las acciones, por el sabor amargo que ha dejado en su primer mes cotizada, pero Morgan Stanley es optimista: "Gracias a la rapidez con la que la empresa compra y vende propiedades (las tiene en sus manos menos de 12 meses), su exposición a las fluctuaciones de precio del mercado inmobiliario son limitadas", asegura. El banco de inversión estadounidense resalta que Renta Corporación reduce aún más los peligros de su negocio con el uso de opciones, cuyo coste oscila entre el 1 y el 2 por ciento del coste total.Es más, el precio ideal de Renta Corporación alcanzaría los 39 euros si se la compara con sus homólogas en términos de PER (número de veces que la capitalización recoge el resultado) y crecimiento del beneficio. Pero Morgan Stanley ha reducido esta valoración ante la total dependencia de la empresa de su negocio estratégico.El banco advierte también que el mayor riesgo para la compañía reside en una eventual caída de la liquidez del mercado inmobiliario, unida a un retroceso de los precios.