El gigante asiático es el país del mundo que posee más dinero 'guardado' en divisa extranjeramadrid. Con China hay que utilizar otro calibre. Allí las dimensiones no son las habituales, sino que se salen de la normal. La última muestra de grandeza del gigante asiático se conoció ayer, cuando el Banco Popular de China (BPCh) confirmó un dato esperado, pero no por ello menos relevante: las reservas en divisa extranjera que amasa China superan ya la cifra del billón de dólares por primera vez en la historia. Según comunicó el banco central chino, rebasó esa cantidad en octubre, cuando alcanzó los 1,009 billones, aunque la despensa aún siguió engordando durante los dos últimos meses de 2006, hasta los 1,066 billones con los que concluyó el año. De este modo, creció en 250.000 millones en el último ejercicio, el mayor incremento anual desde que se tienen datos oficiales. Este aumento consolida todavía más la desahogada situación financiera china. Los países aglutinan reservas para atender sus pagos internacionales y los vencimientos de su deuda pública. Para que resulten más fiables, no se almacenan en moneda nacional, sino que están compuestas por oro y las divisas más estables, como el dólar, el euro o la libra esterlina, con el objeto de dotar de una mayor confianza al sistema. En el fondo, por lo tanto, su propósito es el mismo que el de una despensa: acumular reservas -en este caso en forma de dinero- para protegerse ante posibles eventualidades o problemas para afrontar los pagos internacionales. Más de lo necesarioSin embargo, una cosa es guardar reservas para ganarse la confianza de los mercados e inversores internacionales, y otra batir todos los registros históricos. Y el caso chino cada vez encaja más dentro del segundo apartado. Al atesorar más de 1 billón de dólares no sólo se confirma como el país del mundo que más reservas posee, por delante de los 895.300 millones de Japón, sino que cuadruplica las de Taiwán, que figura tercero en el ranking. Otra cifra muestra aún mejor la enormidad de las cifras chinas. Según la institución financiera Asian Development Bank, a China le bastaría con acumular unas reservas de 408.500 millones de dólares para cubrir su situación financiera. Pero es que el gigante asiático no ha alcanzado esa cantidad por pecar de un exceso de prudencia. Ha sido su creciente protagonismo en la economía mundial, que ha multiplicado sus ingresos vía exportaciones, y su proteccionista política cambiaria, con la que frena la subida de su divisa, el yuan, mediante compras de moneda extranjera que después almacena, las que han conducido a esa simbólica cifra. Fuente de inestabilidadLejos de generar admiración, la dimensión cobrada por las reservas chinas suscita incertidumbre. Sobre todo, porque la mayor parte de ellas está compuesta por dólares. Pese a que el Banco Popular de China no difunde cómo estructura su despensa, fuentes financieras aseguran que el peso del dólar estadounidense dentro de las reservas puede oscilar entre el 60 y el 80 por ciento. Es decir, China tendría en su poder entre 600.000 y 800.000 millones en divisa norteamericana, una cantidad lo suficientemente alta como para despertar inquietud. "¿Qué pasaría si China decidiera vender esos dólares?", es una pregunta habitual en los mercados de divisas en los últimos años. "Es bastante improbable que China abandone el dólar como principal referencia", señala José Luis Martínez, estratega en España de Citigroup. "El país más perjudicado por un dólar débil es China", constata José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. Como todos los países, China no tiene sus reservas paradas, sino que las invierte para tratar de obtener con ellas una rentabilidad adicional. Buena parte de esas inversiones se dirige a bonos estadounidenses, ya que posee 344.900 millones de dólares de deuda pública norteamericana, por lo que una fuerte caída del dólar provocaría que sus reservas también perdieran valor. Sin embargo, los expertos reconocen que la escalada de las reservas chinas es una fuente de desestabilización en el mercado de divisas por una cuestión. "Pone de relieve que el yuan está infravalorado", apunta David Cano, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Las autoridades chinas, conscientes de esta realidad, han permitido en las últimas semanas una mayor subida del yuan, que ayer alcanzó las 7,792 unidades por dólar, su cambio más alto desde 1993. Esta ascensión continuará, pero la incertidumbre en torno a su ritmo seguirá pesando sobre el dólar.