Caja Madrid, Logista, El Corte Inglés, BBVA y Ahorro Corporación tienen una plusvalía del 7,5%Aunque la inversión de los accionistas estables comienza a ser rentable no se espera que vendanMadrid.Como en la película de Siete años en Tibet, en la que un alpinista austríaco -Brad Pitt- trata de escalar el pico Nanga Parbat en el Himalaya para Alemania y es detenido por los británicos durante la Segunda Guerra Mundial durante siete años, se han debido sentir durante bastante tiempo los accionistas de referencia que constituyeron el denominado núcleo duro de Iberia en 1999, en una colocación que realizó la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) antes de la salida a bolsa de la compañía. Pero las cosas han cambiado. Después de años de turbulencias, el denominado núcleo duro de la compañía comienza a ver la luz al final del largo túnel que supuso la salida a bolsa de la primera aerolínea española, en abril de 2001, incluso respira con alivio ya que desde las últimas semanas puede decir que su inversión es rentable. Caja Madrid, BBVA, Logista, Ahorro Corporación y El Corte Inglés pagaron en torno a 820 millones de euros (2,99 euros por acción) por el 30 por ciento de la compañía aérea a finales de 1999 mediante un concurso público. Sin embargo, este porcentaje apenas valía 325 millones de euros cuando Iberia se estrenó en el mercado a 1,19 euros por título. Comienzos difícilesLos cinco socios se enfrentaban entonces a unas minusvalías latentes de casi 500 millones de euros, más de la mitad de su inversión. Sólo se salvaron de esta deficitaria apuesta British Airways y American Airlines, que acordaron con la Sepi que el precio que debían pagar por el 10 por ciento de Iberia se ajustaría al valor de la OPV.Hoy, los accionistas que constituyen el denominado núcleo duro de la aerolínea continúan acumulando minusvalías -la acción cerró ayer a 2,71 euros-, pero en realidad ya ganan dinero con esta inversión. Si se tienen en cuenta los dividendo que han cobrado por su participación, los 2,99 euros que pagaron hace siete años se han convertido en 3,21 (ver cuadro). Esto supone que capitalizando su inversión actual lograrían una rentabilidad del 7,5 por ciento, que, desde luego, deja todavía muy lejos poder decir que se trata de una inversión exitosa. No hay que olvidar que se ha perdido el coste de oportunidad que supone haber tenido este dinero parado durante siete años en una inversión que ni de lejos compensa la inflación.El motor que permite a los accionistas del núcleo duro de Iberia que los números empiecen a salir se encuentra en la fuerte revalorización que han vivido los títulos de la aerolínea coincidiendo con la caía del precio del petróleo -uno de sus principales costes fijos- desde niveles de 80 dólares el barril a los actuales 62-. Desde septiembre Iberia ha ganado casi un 30 por ciento de altura en bolsa.El otro motor que compensa la inversión en Iberia del núcleo duro es el dividendo extraordinario que pagó la compañía en agosto de 2005 de 30 céntimos por título por la venta de su participación en la central de reservas Amadeus.¿Pero hay riesgo después de lo que ha ocurrido de que alguno de los accionistas del núcleo duro venda ahora? Los expertos consideran que no es algo probable, ya que la aerolínea ha hecho una buena gestión en los últimos años, demostrando una gran capacidad de adaptación, ajustando la oferta a la demanda e incrementando la tasa de ocupación. Se ha convertido en una de las joyas que quisiera para sí cualquiera de los tres gigantes del negocio de la aviación europeos: British Airways, Air France-KLM y Lufthansa.Por este motivo sería muy extraño que cualquiera de los accionistas del núcleo duro decidiera vender en mercado en los precios actuales, incluso a sabiendas que a la compañía aérea le queda escaso potencial alcista en los precios actuales según los bancos de inversión que han emitido recomendaciones en el último mes, que valoran a Iberia entre 2,4 y 2,8 euros.De este núcleo duro sólo se ha ido hace pocas semanas American Airlines. La aerolínea norteamericana tenía una pequeña presencia en el capital de Iberia a través de un holding con British Airways. American ha vendido a la aerolínea británica el 1 por ciento que tenía y British se ha convertido en el principal accionista de Iberia con el 10 por ciento de la compañía.Motivos técnicosPreguntado por la operación, Enrique Dupuy, director financiero de Iberia, hacía una lectura en la que daba razones técnicas. "Me da la impresión que es más una cuestión técnica que un cambio de relación. American ha decidido que su vinculación con el accionariado de Iberia era tan débil que le merecía más la pena salirse", asegura.Pero quitando este movimiento, el resto de los accionistas se mantienen firmes. Además, a favor de Iberia juega que después de un año complicado en el que el beneficio será prácticamente la mitad que el de 2004, el último sin beneficios extraordinarios, los expertos apuntan a una fuerte mejora del resultado en 2007. Los bancos de inversión apuntan que si bien este año Iberia ganará algo menos de cien millones de euros, el próximo ejercicio, como mínimo, duplicará este resultado (ver cuadro).