El primer ministro italiano, en disputa con el jefe de su partido
Los dos se reunieron en la oficina de Letta en el Palacio Chigi un día antes de una reunión de 140 líderes del Partido Democrático (PD) de centroizquierda que va a decidir si el partido más grande de la amplia coalición de Gobierno en Italia seguirá apoyando al primer ministro.
Después de días de repetidas críticas de Renzi al fracaso del ejecutivo de Letta para aprobar unas reformas económicas significativas, se han elevado las expectativas de que Letta pueda abandonar.
Letta dijo que presentará una propuesta de un nuevo plan par unir su Gobierno el miércoles a las 1700 GMT.
Pero hasta el momento, Letta había resistido los llamamientos a irse y, tras una reunión que duró más de una hora, ambos mostraron pocos cambios en su posición, según una fuente de la oficina del primer ministro.
Letta, un moderado de perfil bajo nombrado en abril para liderar un Gobierno creado tras unas poco conclusivas elecciones generales el año pasado, ha mantenido su endeble coalición, pero ha pasado dificultades para sacar a Italia de su peor recesión desde la posguerra.
La victoria de Renzi en las primarias del PD en diciembre agitó la política italiana y complicó la posición de Letta, que pertenece a la misma formación.
"La situación política es realmente complicada. Se necesitaría un Doctor House para entender lo que está pasando en el PD", dijo la ministra de Sanidad, Beatrice Lorenzin, a la radio estatal RAI el miércoles, en referencia al brillante diagnosticador de la serie televisiva.
El último revuelo en Italia, la tercera mayor economía de la zona euro, ha dejado a los mercados imperturbables por el momento con la prima de riesgo del bono italiano a 10 años por debajo de los 200 puntos básicos, unos niveles comparables a los vistos antes de que la crisis de la zona euro afectara a sus bonos en 2011.
Pero la polémica continua ha anulado cualquier esfuerzo por revivir una economía que se ha reducido más de un 9 por ciento desde 2007, llevando al paro a niveles no vistos desde la década de 1970.
Renzi, un ambicioso político de 39 años cuya mayor experiencia de gobierno ha sido la Alcaldía de Florencia, ha dicho repetidamente que si la coalición no puede hacer las cosas sería mejor volver a celebrar elecciones.
Cualquier votación daría como resultado casi el mismo resultado, y los sondeos de opinión sugieren que los votantes no quieren cambiar de líder de Gobierno sin nuevos comicios.
/Por Roberto Landucci/