Galicia, primera prueba de fuego electoral del presidente Rajoy
MADRID (Reuters) - Cuando el próximo 21 de octubre los casi 2,7 millones de gallegos con derecho a voto depositen su papeleta en las urnas estarán participando, más que en la elección del nuevo presidente de la comunidad autónoma, en una suerte de reválida para el Gobierno del también gallego Mariano Rajoy. Tras las medidas de austeridad impulsadas por el Ejecutivo, con las que se espera recortar el déficit público para cumplir el objetivo pactado con la Unión Europea - y que han llevado a miles de personas a manifestarse contra los recortes en el estado del bienestar y las subidas impositivas -, el Partido Popular afronta las posibles consecuencias de sus políticas en uno de sus feudos más tradicionales. "No son unas elecciones cualesquiera. Se van a leer en clave nacional (...) para el Gobierno las más sensibles son estas porque afectan al Gobierno en la comunidad autónoma y porque es la primera vez que el Gobierno de Mariano Rajoy se somete a la prueba de las urnas", dijo a Reuters Fernando Vallespín, catedrático de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid. En un mes se celebran tres importantes elecciones autonómicas: el mismo día que Galicia vota también el País Vasco - donde se espera que el PP pierda el papel de apoyo al Gobierno regional que ha tenido esta legislatura -, y el 25 de noviembre lo hace Cataluña, unos comicios que el partido en el poder, CiU, ha planteado como un reto de cara a conseguir un posible estado propio. Hundida en la peor situación económica de las últimas décadas, España está en el centro de la crisis de deuda soberana de la eurozona y está bajo presión tanto de sus socios europeos como de los mercados internacionales para que solicite ayuda financiera. Mientras, casi uno de cada cuatro trabajadores está en paro y cada vez más empresas se ven obligadas a cerrar sus puertas. Fueron precisamente las "extraordinarias dificultades económicas" las que llevaron al actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a convocar elecciones con casi medio año de adelanto y a pesar de su mayoría absoluta. Frente al 'popular', que opta a la reelección tras un primer mandato de tres años, estarán el socialista Manuel 'Pachi' Vázquez y el ex diputado en el Congreso Francisco Jorquera, que intentará aglutinar el voto del Bloque Nacionalista Galego tras una serie de desencuentros internos que acabaron en la división de los nacionalistas. El panorama que puedan arrojar las urnas tras el 21-O parece incierto por el escaso margen con que el PP obtuvo la mayoría absoluta en 2008, con tan solo un escaño de diferencia, y la escisión de la oposición, que podría dividir el voto diluyendo la posibilidad de una coalición PSOE-BNG como la que sucedió en 2005 a Manuel Fraga, tras 15 años del ex ministro franquista y padre de la Constitución al frente de la Xunta. "No parece sencillo que consiga una mayoría absoluta porque la tenía ya a duras penas (...) con lo cual es muy probable que sea el partido más votado pero habrá que ver si puede formar gobierno", añadió Vallespín. La situación actual provoca un "desencanto con los políticos jamás vivido en democracia" que, según apunta el presidente y editor del histórico diario gallego La Voz de Galicia, Santiago Rey Fernández-Latorre, jugará también un papel clave en la votación. DISTANCIA DEL PP NACIONAL Mientras la campaña electoral arrancó a medianoche marcada por las protestas en sectores clave de la economía gallega como el naval, la agricultura y la pesca, el PP de Galicia se ha distanciado, al menos en los símbolos, de la formación nacional, y en los primeros carteles pidiendo el voto para Feijóo no aparecen las siglas del partido gobernante en España. "Se trata por todos los medios de hacer una campaña en clave del PP gallego, no del PP nacional, porque seguramente piensan que eso (les) beneficia", añadió Vallespín. Aún así, Rajoy va a visitar Galicia en varias ocasiones durante la campaña en apoyo de quien fue uno de sus protegidos