El presupuesto griego para 2013 prevé el sexto año de recesión
El Gobierno reveló el lunes un presupuesto muy austero, después de que el ministro de Finanzas, Yiannis Stournaras, se reuniera con inspectores de la troika compuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, cuya aprobación es vital para desbloquear la próxima partida de asistencia, sumamente necesaria para evitar la bancarrota.
Grecia apuntará a un superávit primario previo antes del servicio de la deuda del 1,1 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) el año próximo, el primer balance positivo desde 2002, frente al déficit del 1,5 por ciento en 2012.
Pero la economía griega seguirá retrocediendo por sexto año consecutivo en 2013, en un 3,8 por ciento.
No hubo reacciones inmediatas sobre el presupuesto ni de las autoridades europeas ni del FMI, pero un responsable del Ministerio griego de Finanzas dijo que la troika aún se opone a algunas de las medidas.
La producción económica habrá descendido un 25 por ciento desde 2008, en un círculo vicioso de austeridad y recesión, mientras la nación más endeudada de la zona euro fracasa repetidamente en sus intentos de cumplir las metas fijadas por los rescates de la UE y el FMI y corre el riesgo de verse obligada a salir de la zona monetaria común.
Analistas dijeron que incluso el escenario de recesión establecido en el presupuesto parece optimista, debido a la lentitud de los esfuerzos griegos en pos de una reforma y el debilitamiento de la economía de la zona euro.
"Es posible que las metas presupuestarias no se cumplan debido a la mayor recesión que traerán los recortes y la incapacidad de cumplir los objetivos de privatización", dijo Xenofon Damalas, jefe de servicios de inversión de Marfin Egnatia Bank.
El déficit del Gobierno general, incluidos los costes del servicio de la deuda, llegará al 4,2 por ciento del PIB el año entrante, desde el 6,6 por ciento en 2012, mientras que el desempleo trepará al 24,7 por ciento.
El borrador no brindó objetivos de ingresos por privatizaciones. En una señal de la escalada de los problemas en Grecia, la deuda pública está proyectada en el 179,3 por ciento del PIB para 2013, pese a una importante rebaja de la deuda en manos de inversores privados este año.
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DOLOROSOS RECORTES
El borrador del presupuesto incluirá más recortes en los salarios de los funcionarios, las pensiones y los beneficios sociales, como parte de un paquete de austeridad de 11.500 millones de euros en ahorros que se llevarán a cabo en los próximos dos años.
Los griegos, hartos de tanta austeridad, han salido a las calles en protestas a veces violentas contra las olas de recortes de salarios y jubilaciones que han dejado a muchos en los márgenes de la sociedad.
El primer ministro, Antonis Samaras, que también se reúne con los jefes de la troika el lunes, ha prometido que ésta es la última ronda de recortes.
Docenas de manifestantes con banderas griegas y al grito de "basta de troika" abuchearon a los funcionarios del ente tripartito cuando entraban en la sede del Ministerio de Finanzas.
En juego está un pago de 31.500 millones de euros del segundo plan de rescate de 130.000 millones en total que mantienen a Grecia a flote. Los prestamistas han dejado claro que no desembolsarán más dinero si Atenas no toma medidas confiables.
No obstante, dos revistas alemanas informaron el sábado de que Grecia recibirá su próxima ayuda pese a las deficiencias presupuestarias y el lento avance en las reformas porque la zona euro no quiere que abandone la moneda común.
Sin embargo, el primer ministro eslovaco, Robert Fico, predijo en una entrevista telefónica que la zona euro no sobreviviría en su forma actual y señaló que Grecia y posiblemente otro país que no especificó se verían obligados a abandonarla cuando quede claro que no podrán cumplir sus compromisos.
Dos partidos menores de izquierda dentro de la coalición de Gobierno de Samaras se han resistido a los recortes y un grupo de diputados han advertido que votarán contra el proyecto presupuestario en el Parlamento, que debatirá el borrador y lo votará a mediados de diciembre.
Los analistas esperan que la coalición de Gobierno, que tiene 178 de los 300 escaños parlamentarias, apruebe el presupuesto a pesar de ciertos rechazos.
/Por Lefteris Papadimas y Dina Kyriakidou/