Europa avanza lento hacia elevar el fondo de rescate
La lenta reacción podría poner a prueba la paciencia de los inversores, ya asustados con la crisis de deuda de la zona euro, que este mes salieron a vender bonos de los países de la periferia de la zona euro hasta que el Banco Central Europeo intervino para comprarlos y así estabilizar los mercados.
Los 17 ministros de la zona euro exploraron maneras de elevar la capacidad efectiva de crédito de su red de seguridad financiera, pero no llegaron a una conclusión, y se mantenían inmersos en una disputa de criterios más estrictos al revisar la capacidad de los bancos de resistir a las crisis.
La prima de riesgo de los bonos de Portugal e Irlanda a 10 años subía mientras los inversores digerían las noticias, o la falta de noticias, de Bruselas.
Las medidas para combatir la crisis probablemente sean acordadas en la forma de un paquete en la cumbre de líderes de la Unión Europea del 24 y 25 de marzo, y los resultados de las pruebas de tensión no serían publicadas hasta julio, dijeron fuentes de la presidencia húngara de la UE.
"Es una larga espera, para España en particular, dada la nebulosa de incertidumbre que pesa sobre su sector bancario", dijo Kenneth Wattret, economista jefe para la zona euro de BNP Paribas en Londres.
El ministro de Finanzas de Holanda, Jan Kees de Jager, dijo que sus socios de la zona euro habían rechazado taxativamente la idea de incrementar el Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera (desde los 440.000 millones de euros actuales.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, aceptó que el montante total del EFSF debiera estar disponible para prestarse y no la cantidad menor que es posible prestar ahora.
Pero sostuvo que esta iniciativa formaría parte de un paquete amplio de reformas previsto para marzo, que incluya una disciplina fiscal más estricta, reformas estructurales y una coordinación de política económica más cercana.
Los 440.000 millones de euros fueron una suma inicial acordada por los países de la zona euro cuando fue creado el EFSF (como se conoce por sus siglas en inglés) en mayo del año pasado.
Pero luego se decidió que debido a la necesidad de asegurar la calificación de crédito "AAA", el EFSF debe mantener una reserva de capital, lo que redujo el montante que puede prestar a los países a 250.000 millones de euros.
Los mercados quieren ver más dinero disponible para el fondo, dado que estiman que el montante actual sería insuficiente si tanto Portugal como España solicitan financiación de emergencia.
PRUEBAS DE LIQUIDEZ
Los ministros de la UE acordaron en principio ir más allá de las polémicas pruebas de resistencia a la banca realizadas en julio pasado, que no descubrieron la fragilidad de los bancos irlandeses, por lo que ahora exigirán pruebas de liquidez y de solvencia.
Pero los detalles sobre la metodología y sobre cuántos datos se harán públicos, todavía deben ser acordados, dijeron funcionarios.
"Necesitamos aprender todas las lecciones de las primeras dos rondas de pruebas de resistencia y necesitamos que estas sean más robustas y creíbles", dijo Michel Barnier, comisario de Mercado Interno de la UE.
Fuentes de la presidencia húngara de la UE dijeron que las nuevas pruebas de tensión sobre la capacidad de los bancos de afrontar crisis financieras debieran ser realizadas en mayo y en julio conocerse los resultados, pero otras fuentes afirmaron que el calendario aún tenía que ser definido.
Schaeuble aceptó el principio de hacer pruebas de liquidez, a lo que Alemania se había resistido antes, pero dijo que todavía no era claro si esos resultados se conocerían públicamente.
Las pruebas abarcarán a muchos de los mismos 91 bancos del año pasado, aunque con una metodología más estricta que cubra tanto los libros de intermediación como los bancarios, así como pruebas de ratio de capital de Nivel 1.
Los ministros de la zona euro exploraron las maneras de fortalecer los fondos de rescate del bloque en su sesión mensual del lunes, pero como se esperaba, no hubo acuerdo.
El presidente de los ministros de Finanzas de la zona euro, Jean-Claude Juncker, dijo que se discutieron varias alternativas posibles para el paquete, pero hasta el momento no se han inclinado por ninguna. Schaeuble dijo que no había prisa por aumentar el tamaño del EFSF, ya que los mercados de deuda estaban más calmados.
Grecia, el primer país en recibir un rescate de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional en mayo, salió rápidamente al paso de un comentario de su viceprimer ministro Theodore Pangalos, que sugirió que tendría que reprogramar los pagos de toda su deuda para poder superar su crisis fiscal.
Muchos economistas creen que Grecia finalmente tendrá que declarar la moratoria de su deuda o reestructurarla, pero un portavoz del Gobierno heleno dijo que Pangalos había expresado "una opinión personal y política", y que Atenas no estaba negociando extender los pagos de toda su deuda.
Juncker dijo que los ministros discutieron en términos generales sobre la posibilidad de reducir los tipos de interés cobradas en los préstamos de rescate a Grecia e Irlanda, y en extender el vencimiento del paquete de emergencia para la nación helena.
Esto formaría parte del paquete general que se presentaría, agregó.