Patrizia D'Addario dice que Berlusconi sabía que era prostituta
"Claramente él sabía que yo era una acompañante", dijo Patrizia D'Addario en un programa televisado a nivel nacional en la cadena estatal RAI el jueves por la noche. La cadena dijo que el programa fue seguido por unos 7,3 millones de televidentes.
Berlusconi, de 73 años, no ha negado haber pasado la noche con D'Addario, de 42 años, pero ella rechazó los comentarios anteriores respecto a que él no sabía que ella o cualquiera de las otras mujeres que acudió a sus fiestas eran prostitutas de alto nivel.
"Incluso las otras chicas sabían que yo iba a quedarme allí esa noche. Todo el mundo sabía que yo era una chica de compañía", dijo.
El portavoz de Berlusconi Paolo Bonaiuti dijo que las afirmaciones estaban basadas en el "cotilleo y en las miradas furtivas a través de la cerradura". El programa acabó poco antes de la medianoche y acaparó las portadas de casi todos los periódicos italianos el viernes por la mañana.
El ministro de Cultura, Sandro Bondi, dijo que el programa era otro intento "degradante e incívico" de calumniar a Berlusconi. Otro de los apoyos de Berlusconi apuntó que el primer ministro se sentía "indignado" con que el programa se hubiera difundido en la televisión estatal.
Il Giornale, periódico propiedad de la familia Berlusconi, acusó al espacio televisivo de "contar mentiras" y "recibir a prostitutas para echar barro sobre el primer ministro".
Los miembros del partido de Berlusconi estaban invitados al programa - que Berlusconi dice que está controlado por la extrema izquierda -, pero el primer ministro ordenó a sus ministros y diputados boicotearlo.
El líder conservador, cuya esposa alentó la crisis en mayo al pedir el divorcio y acusarle de "frecuentar a menores", niega haber pagado a cambio de sexo. Su abogado dijo que Berlusconi era sólo "el usuario final".
EMPRESARIO DEL SUR
El escándalo que rodea la vida privada de Berlusconi gira en torno a un caso judicial en Bari, en el sur, relativo a las actividades del empresario Gianpaolo Tarantini, que está siendo investigado por corrupción en el sistema sanitario local.
Tarantini, que está bajo arresto domiciliario tras ser acusado de tráfico de drogas, reconoce que ayudó a proporcionar invitadas femeninas para cenas y fiestas en la casa de Berlusconi, pero dice que el primer ministro no sabía que eran meretrices.
"Las presenté como mis amigas y me callé que en ocasiones las pagaba", dijo Tarantini a los periódicos italianos.
D'Addario grabó conversaciones explícitas con Berlusconi en su teléfono móvil y las sacó a la luz cuando, asegura, él no cumplió con sus promesas de favores empresariales e incluso de un escaño en el Parlamento Europeo.
Añadió que la primera vez que fue a una fiesta en la residencia del primer ministro británico ella declinó quedarse por la noche y le pagaron 1.000 euros en lugar de los 2.000 que le había prometido Tarantini. La segunda vez - la noche electoral estadounidense, el 4 de noviembre del año pasado - se quedó.
D'Addario describió el ambiente de las fiestas como "un harén".
Otra prostituta, Barbara Montereale, dijo que "todas las chicas sabían" que si aceptaban pasar la noche en la residencia del primer ministro, Tarantini les daría más dinero.
Berlusconi ha demandado a periódicos en Italia y Europa por calumnia por su cobertura de los escándalos. Los periodistas italianos se manifestarán el sábado en protesta por lo que describen como los intentos del Gobierno por amordazar a los medios.
Los escándalos han costado a Berlusconi algo de apoyo entre los votantes católicos. Mientras que él habla de índices de aprobación de casi el 70 por ciento, la mayoría de los sondeos colocan la cifra más cerca del 50 por ciento - una cifra relativamente alta en el contexto de la peor recesión mundial desde la Segunda Guerra Mundial.