El Gobierno de Honduras desplega la "Operación Morazán II" para reforzar la seguridad
Unos 2.000 miembros de la Policía Nacional y el Ejército salieron este viernes a las calles de los departamentos de Cortés, Yoro, Olancho y Francisco Morazán, al norte, oriente y centro del país, para frenar la delincuencia en esas zonas.
Pacheco explicó a periodistas que la "Operación Morazán II" implica "operaciones focalizadas, es decir, operaciones puntuales, quirúrgicas, que van a puntos específicos, donde tenemos problemas de violencia y que necesitamos resolver".
"No es una operación. No andamos dando palos de ciegos, estamos haciendo las cosas con información suficiente y los argumentos legales", subrayó el responsable de la seguridad en Honduras.
La Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) indicó en un comunicado que la operación busca combatir delitos como el tráfico de drogas, la tenencia de armas de uso prohibido, la asociación ilícita, homicidios y la delincuencia común, entre otros.
La primera etapa de la Operación Morazán fue desplegada por el presidente hondureño en la toma de posesión de su primer mandato, el 27 de enero de 2014.
El gobernante hondureño instruyó este jueves a las fuerzas militares y policiales a que continúen la persecución total contra la criminalidad, pues "no vamos a permitir que los criminales vuelvan a hacer fiesta como en el pasado".
Señaló que el Gobierno reforzará "los esfuerzos en seguridad para recuperar la paz y la tranquilidad que el pueblo hondureño se merece".
"Los indicadores revelan que el éxito se va dando de a poco, que hemos avanzado y aunque los resultados son positivos la tarea no termina aquí, todo lo contrario, aún tenemos mucho por hacer y muchas batallas que ganar", subrayó Hernández en un comunicado de la Casa Presidencial.
Aseguró que las autoridades de Honduras "no vamos a tomar descanso, la patria nos necesita alertas, comprometidos, nuestra misión continúa. Redoblaremos los esfuerzos para destruir finalmente a la criminalidad".
"Nos preparamos para la batalla final; no vamos a permitir que sigan en esos barrios y colonias donde entran y salen los delincuentes y generan zozobra. Vamos a liberar de extorsión, vamos en contra de los asaltos en el transporte público y vamos en contra de las amenazas y el temor que han creado las bandas criminales", añadió.
El presidente hondureño señaló que en la lucha contra la criminalidad han caído muchos miembros de las fuerzas de seguridad, y dijo que el mejor homenaje a esos compatriotas es que "nuestra voluntad y decisión sea firme, inquebrantable en la lucha de seguir obteniendo victorias a favor de la seguridad y la paz del pueblo hondureño".
La violencia en Honduras deja un promedio de once homicidios diarios, y las autoridades atribuyen buena parte de la criminalidad que afecta al país a grupos del crimen organizado, el narcotráfico y las pandillas.