Najib Razk, de lo más alto a lo más bajo en la política de Malasia
Najib confiaba hace dos meses en renovar el cargo por un tercer mandato de cinco años, apoyado por la coalición de partidos que ha gobernado ininterrumpidamente el país desde 1974, el Barisan Nasional (Frente Nacional).
Hoy, derrotado en las urnas, afronta una larga condena si es hallado culpable de corrupción en los tribunales de justicia.
Un final triste para un político de "sangre": hijo del segundo primer ministro de Malasia, Abdul Razak, y sobrino del tercer primer ministro, Husein bin Onn.
Nacido el 23 de julio de 1953 en la localidad de Kuala Lipis, en el estado de Pahang, vecino a Kuala Lumpur, Najib es el mayor de cinco hermanos de una familia aristocrática y comprometida con la independencia alcanzada en 1957 por la excolonia británica.
Estudió en el cristiano Instituto Saint John de Kuala Lumpur y después en el Reino Unido, en el Malvern Boys College y en la Universidad de Nottingham, donde en 1974 se licenció en Economía.
Regresó a Malasia y tanteó el mundo financiero y empresarial hasta que su padre, que había sido investido jefe del Gobierno en 1970, fallece de leucemia en 1976.
Cinco semanas después, Najib se convertía con 22 años en el diputado más joven de la historia de Malasia de la mano del partido que reorganizó y lideró su progenitor, la Organización Nacional para la Unidad Malaya (UMNO), la formación que ejerce de columna vertebral en la alianza de partidos llamada Barisan Nasional.
Tras desempeñar cargos en varios ministerios, en 1986 pasó a dirigir Cultura, Juventud y Deportes; en 1991, Defensa; en 1995, Educación; y en 2004 fue nombrado vicepresidente, una responsabilidad que compaginó con Finanzas desde 2008.
En 2009, alcanzo la jefatura del Gobierno, retuvo Finanzas, y renovó el cargo en las elecciones de 2013.
Sus partidarios destacan sus esfuerzos por modernizar Malasia, y le atribuyen el éxito de las reformas estructurales que han permitido el crecimiento y desarrollo económico del país.
Sus detractores le han implicado en un rosario de contratos públicos controvertidos por el supuestos cobro de comisiones y tráfico de influencias.
En 2015, comenzó su descalabro político cuando una información periodística reveló el desvío de 681 millones de dólares del fondo estatal 1Malaysia Development Berhad (1MDB) a cuentas privadas de Najib.
Najib había creado este brazo financiero del Estado en 2009, tras llegar al Gobierno, y lo presidía como titular de Finanzas.
La denuncia periodística fue de efecto retardado, porque Najib negó las acusaciones, atribuyó el dinero en sus cuentas bancarias a donativos de un príncipe saudí, 1MDB también lo negó y la fiscalía general desestimó el caso en enero del año siguiente.
No obstante, la victoria de la oposición en las elecciones del pasado mayo invirtió la situación.
Una operación policial ese mismo mes en media docena de propiedades de Najib permitió decomisar bienes y divisas por valor de entre 900 y 1.100 millones de ringit (entre 220 y 273 millones de dólares o entre 192 o 234 millones de euros), incluidas alrededor de 12.000 piezas de joyería, más de 500 bolsos de marca y centenares de relojes y gafas de sol lujo.
El escándalo de 1MDB no es el único que salpica a Najib, también se le acusa del cobro de comisiones y tráfico de influencias en varios contratos, como los que cerró como ministro de Defensa para comprar dos submarinos Scorpene, 18 aviones de combate Sujói y 12 helicópteros a Eurocopter, filial del gigante europeo EADS.
Aficionado al golf, Najib contrajo matrimonio con Kui Yie en 1976, con la que tuvo tres hijos y de quien se divorció en 1987 para casarse con Rosmah Mansor, con la que ha tenido otros dos descendientes y quien tiene prohibido salir del país. EFE