El fiscal ve ensañamiento y alevosía en la muerte de una mujer por su expareja

Así lo ha manifestado el representante del ministerio público durante la lectura de conclusiones en el juicio con jurado popular que celebra la Audiencia Provincial de Madrid contra Raúl G.G., a quien también le acusa de un delito de quebrantamiento de medida cautelar y otro de lesiones y para el que pide una pena de 29 años de cárcel.

La clave del juicio, que concluirá el miércoles con el veredicto del jurado, se centra en si el acusado será procesado por un delito de asesinato -implicaría ensañamiento y alevosía- o únicamente de homicidio, como solicita la defensa y que supondría una pena menor.

En esta línea, el fiscal, y así lo han apoyado la representante de la Abogacía del Estado y la acusación particular, ha precisado que el propósito de Raúl G.G. "era matar a la víctima" y así se reflejó en los insultos constantes "mientras le asestaba los golpes" que finalmente terminaron con la vida de la que había sido su pareja.

El fiscal también ha pedido a los miembros del jurado que "apliquen el sentido común" para tomar la decisión sobre qué delito imputar.

Igualmente, las tres partes acusadoras han elevado a definitivas las conclusiones, aunque el representante del ministerio público ha matizado algunos puntos de su escrito inicial.

A él ha añadido que en el momento de los hechos, a pesar de lo que declaró Raúl G.G., el acusado no padecía ninguna alteración por tomar sustancias estupefacientes y "por lo tanto conocía lo que estaba haciendo".

También ha querido hacer mención que en sus 16 años de experiencia en casos de violencia de género "este ha sido el caso más grave" que ha visto y que "no se acaba de acostumbrar a que un machista coarte la libertad de una mujer" y mucho menos "que acabe con su vida".

"Puedo decir con claridad que Raúl G.G. es un machista y un maltratador. Todos sus antecedentes son relacionados con este tema", ha expuesto el fiscal.

La defensa del acusado, por su parte, ha entregado un nuevo escrito en el que ha incluido el atenuante de arrebato, que se aplicaría a los delitos de asesinato y de lesiones, disminuyendo así la pena propuesta por el ministerio fiscal y que quedaría entre 10 y 20 años de prisión.

El procesado, que no ha hecho uso de su derecho a la última palabra, ha sido calificado por parte de la fiscalía como "un criminal que tiene que pagar por lo que ha hecho".

El juicio continuará con el objeto de veredicto el próximo martes día 20 en la Audiencia Provincial de Madrid a las 10.15.