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Artur Segarra, condenado a muerte por asesinato premeditado en Bangkok



    Bangkok, 21 abr (EFE).- El catalán Artur Segarra ha sido hallado culpable hoy del asesinato premeditado de su compatriota David Bernat, el pasado año en Bangkok, y condenado a la pena capital, ha anunciado el Tribunal Penal de la capital tailandesa.

    El tribunal dio por válidos los argumentos de la fiscalía que sostienen su culpabilidad por el asesinato y otros doce delitos motivados, según los jueces, por el robo del dinero que la víctima tenía guardado en una cuenta corriente en Singapur.

    Segarra, que ha entrado en la sala saludando a los medios y se ha mostrado hablador antes de conocerse la decisión del Tribunal, ha encajado bien la condena; con anterioridad había anunciado que planeaba apelar el dictamen, primero al Tribunal de Apelaciones y, si fuera denegada, en el Tribunal Supremo.

    "No voy a aceptar nada. Voy a ganar (la apelación) en la segunda o tercera instancia", ha declarado a Efe momentos antes de la sentencia, cuando ha asegurado que espera estar "en casa" a finales de año o principios de 2018.

    El condenado, natural de Terrassa (Barcelona), se ha quejado de la actuación del juez durante el proceso, de la "corrupción" del sistema penitenciario tailandés y de coacciones para que aceptara el crimen mientras se encontraba interno en el penitenciario Bangkok Remand, en el norte de Bangkok.

    Segarra será trasladado en unos días al penal Bang Kwang, en la provincia de Nonthaburi, conocido por sus duras condiciones y bautizado con el sobrenombre de "Bangkok Hilton", junto al resto de presos en el corredor de la muerte de Tailandia, unos 430.

    El abogado de oficio que ha defendido al acusado durante los tres meses que han durado las declaraciones de testigos, Jassada Piyasuwanvanit, ha precisado que desde hoy deja de representar a Segarra.

    "Es una sentencia justa, ya que las evidencias apuntaba en esa dirección", ha dicho Jassada en referencia a la culpabilidad de su defendido, mientras que la fiscalía no quiso hacer comentarios.

    El testigo recaerá en Worasit Piriyawiboon, abogado de pago que ya defendió a Segarra tras la detención y que, después de dejar el caso antes del inicio de las vistas, pasó a asesorar al acusado.

    Worasit, en declaraciones a Efe, se ha mostrado esperanzado de que prosperen las futuras apelaciones.

    En caso contrario y con la sentencia ya en firme, Segarra podrá recibir alguna amnistía de la Casa Real, a instancias del Departamento de Correccionales, o una clemencia que le rebajaría la condena a la cadena perpetua.

    Además de la pena de muerte, al catalán se le impusieron varias condenas cercanas a los 16 años de cárcel, por robo, secuestro, extorsión, entre otros, que quedan suspendidas, según el dictamen judicial.

    Segarra también está obligado a devolver el dinero que sustrajo de la cuenta de la víctima, una cantidad que ronda los 20.000 euros.

    Bernat, natural de L'Albí (Lleida), quedó con su verdugo el 19 de enero de 2016, horas después de aterrizar en la capital tailandesa, y pasada la medianoche la pareja se dirigió al apartamento de Segarra, donde permaneció secuestrado y tuvo lugar el asesinato el día 26, según la Policía.

    Esa misma noche, conforme a lo expuesto en la investigación, el condenado salió en su motocicleta en dirección al río que cruza Bangkok cargado con un gran paquete, donde la Policía sospecha que hallaba el cadáver, y regresó la madrugada del 27 sin el cargamento.

    Las autoridades encontraron el 30 de enero en el río Chao Phraya los primeros restos mortales del catalán y posteriormente recuperaron otros seis trozos del cuerpo en el agua.

    La Policía identificó a Segarra como el principal sospechoso el 5 de febrero y, tras ser reconocido en un restaurante de la provincia de Surin, emprendió su huida a Camboya, donde fue detenido dos días después y entregado a las autoridades tailandesas el día 8.

    Los equipos de investigación encontraron rastros de sangre, que coinciden con el ADN de Bernat, en el baño del apartamento de Segarra y en una sierra eléctrica, requisada a este y con la que se desmembró el cadáver, según las pesquisas.

    Registros de transferencias bancarias y grabaciones de cámaras de seguridad, son otras pruebas esgrimidas.

    En 2009, Tailandia ejecutó por última vez a dos convictos que fueron condenados a muerte por narcotráfico, antes de aplicar una moratoria indefinida no declarada, mientras que el último ajusticiamiento por asesinato fue en 2003, cuando el país cambió el método de las ejecuciones del fusilamiento a la inyección letal.

    Segarra podrá solicitar la extradición a España una vez cumpla al menos ocho años de condena, confirman fuentes de la Embajada española en Bangkok.

    Ante este escenario, las autoridades tailandesas son las responsables de aceptar o rechazar el recurso en base a las condiciones carcelarias que proponga España para el recluso.

    En la actualidad, Tailandia exige que los reos hayan liquidado la posible multa impuesta o, como en este caso, la compensación a la familia de la víctima.