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Correa admite haber dado dinero, trajes y viajes a Guillermo Ortega



    San Fernando de Henares (Madrid), 14 oct (EFE).- El cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha admitido que regaló viajes, trajes y abonos al Atlético de Madrid al exalcalde de Majadahonda Guillermo Ortega, así como que financió su campaña electoral y le dio dinero en metálico de comisiones, pero no para conseguir trabajo del municipio porque le dio "poco".

    Durante la segunda jornada de su declaración en el macrojuicio de Gürtel, Correa ha explicado que Ortega era su amigo, pero que dejó de tener relaciones con él a raíz de que dimitió de alcalde por orden de Esperanza Aguirre tras una polémica en torno a unos solares: "Me enfadé porque pensé que no tenía que dimitir".

    Ha reconocido que le dio dinero para la campaña electoral, le pagó trajes en su sastre de confianza -Rafael-, le regaló algún viaje que no recuerda y le compró abonos del club Atlético de Madrid.

    También le acompañó a su joyero de confianza en la calle Serrano, de donde era un "buen cliente", aunque ha dicho no recordar si le regaló algo de allí.

    Ha admitido asimismo que le entregó dinero en metálico por alguna obra adjudicada gracias a su intermediación y, al ser preguntado si le compró un Jaguar, ha dicho que Ortega le hizo "un favor" vendiendo a una empresa de bodas un Ford Lincoln que se trajo de EE.UU.

    "Lo hice porque era amigo mío y teníamos una buena relación, pero no para que me diera trabajo en Majadahonda, porque me dio poco", ha dicho.

    A preguntas de la fiscal, ha negado que le regalara un coche de marca Mini, vehículo que en realidad es suyo: "Lo sigo usando porque lo tengo en la puerta".

    Correa ha dado su versión sobre la adjudicación de dos solares en Majadahonda que causó la dimisión de Ortega y de los concejales del municipio José Luis Peñas (que luego le delato) y Juan José Moreno.

    Para Correa, este asunto es "la génesis" del caso Gürtel y por lo que están 37 personas sentadas en el banquillo, y así ha querido explicar al tribunal "y a toda España" lo que pasó.

    Ha afirmado que el Ayuntamiento quiso vender por 700 millones de pesetas dos terrenos a una empresa municipal para hacer vivienda protegida, lo que le parecía "una barbaridad" porque el consistorio dejaba de ganar mucho dinero al no sacarlas a concurso para constructores privados.

    Finalmente, Ortega sacó a concurso el terreno, al que ha reconocido que optaba un empresario amigo suyo que, de ser adjudicatario, había le habría pagado una comisión a Correa.

    Según su versión, a 48 horas de sacar el concurso se montó "una guerra en Génova" y Esperanza Aguirre ordenó a Francisco Granados o a Pío García Escudero que hicieran un nuevo concurso público, que se adjudicó finalmente a Sacyr Vallehermoso por 21.000 millones de pesetas.

    Aguirre obligó entonces a dimitir a Ortega y a los dos exconcejales, de los que Correa se hizo cargo porque le pareció "una injusticia". "Queríamos que aguantara el tirón porque él tenía la razón", ha dicho sobre el exalcalde.