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El tribunal de las tarjetas opacas legitima a Bankia y FROB como acusaciones



    San Fernando de Henares, 30 sep (EFE).- La sección cuarta de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha ratificado el papel de Bankia, su matriz, BFA, y el FROB como acusaciones particulares en el juicio por las tarjetas "opacas" de Caja Madrid después de rechazar las cuestiones previas planteadas por las 65 defensas.

    En el auto conocido hoy, la sala califica de "agraviados" y "perjudicados" tanto a BFA y BANKIA (BKIA.MC) que "atendió a los gastos correspondientes a la etapa de Caja Madrid", como al FROB, "por la inyección económica que hubo de realizar" en el saneamiento de la entidad.

    En la sesión inaugural del juicio, los letrados de los expresidentes de la extinta caja de ahorros, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, han alegado que ninguna de estas entidades pueden acusarles de unas prácticas ajenas a éstas.

    Todo ello porque, en su opinión, Caja Madrid era jurídicamente "distinta e independiente" de Bankia o BFA, a las que no reconocen como herederas legales de la extinta caja y que, por lo tanto, no pueden considerarse afectadas.

    Por ello, han solicitado la nulidad de las pruebas aportadas por Bankia ya que, además, fueron obtenidas "en base a documentación con acceso ilegítimo", especialmente la controvertida hoja de cálculo excel con los gastos de cada uno de los acusados; una práctica que, según letrados como el del exconsejero Juan Iranzo, vulneran el derecho a la intimidad de sus representados.

    En este sentido, el auto sostiene que tal derecho así como el del secreto de las comunicaciones "no son absolutos", ya que "la investigación penal requiere en ocasiones la limitación de aquellos en aras de la búsqueda de la verdad".

    Además, el tribunal entiende que "no concurre" la prescripción alegada por varias defensas "sin perjuicio" de lo que se decida en la sentencia.

    Tras la resolución de las cuestiones previas, la sala ha procedido al interrogatorio de los usuarios de las polémicas tarjetas, en concreto a Blesa, a quien se le imputan unos gastos que ascienden a 436.688 euros y que ha defendido que ni el Banco de España ni Hacienda objetaron nunca estas compensaciones.