Ecoley
Testigo del caso "La Línea" acusa al expresidente de Guatemala de amenazas
Tras finalizar la audiencia en la que presumiblemente González prestaría declaración para ver si el juez encargado del proceso, Miguel Ángel Gálvez, lo acepta o no como colaborador eficaz en un supuesto juicio oral y público, el empresario acusó a Pérez Molina, en prisión preventiva por el caso.
Según el empresario, el exalto funcionario es el responsable de las amenazas que tanto él como su familia, que tuvo que salir de su país por su seguridad, han sufrido durante los últimos meses.
Gálvez programó para mañana martes la declaración de "Eco" a pesar de que los abogados de los acusados, entre ellos el de Pérez Molina y el de la exvicepresidenta Roxana Baldetti, también en prisión por la trama, buscaron hoy a toda costa impedir que González no solo diera su declaración, sino que se convirtiera en el "colaborador eficaz" del Ministerio Público (MP-Fiscalía).
González, de acuerdo con las investigaciones, era el supuesto jefe externo de "La Línea" y en su primera declaración dijo que participó en la coordinación de la estrategia para defraudar al Estado junto con el ex secretario privado de Baldetti Juan Carlos Monzón, quien busca también convertirse en un "colaborador eficaz" del caso.
Esta figura está establecida en la Ley contra la Delincuencia Organizada aprobada en 2006, siempre y cuando el beneficiario no sea un líder de una estructura criminal, algo en lo que Gálvez tiene total convicción, por lo que manifestó su disposición y capacidad para defender su argumento delante "de todos los sujetos procesales" en este caso, que ascienden a decenas: "No hay ningún problema".
A pesar de las amenazas, González se mostró dispuesto a declarar mañana: "Esa es mi intención", declaró el empresario, y agregó que siente esa "obligación" sobre todo por sus hijos.
"Si yo había cometido un error, la única forma de repararlo era diciendo la verdad y ofreciendo una disculpa, y la verdad es que me siento muy arrepentido", declaró "Eco", quien llegó a los juzgados bajo fuertes medidas de seguridad, incluyendo un chaleco y un casco.