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Policía que interrogó a asesina confesa de Isabel Carrasco niega coacciones



    León, 24 ene (EFE).- El inspector de la Policía Nacional Alfonso Santocildes, que interrogó a Montserrat González, asesina confesa de la presidenta Diputación de León Isabel Carrasco al día siguiente de su detención, ha asegurado hoy que en ningún momento fue coaccionada para arrancarle una declaración inculpatoria.

    Santocildes ha rechazado ante el tribunal que juzga el crimen las irregularidades que le achacan las defensas de las tres detenidas y ha asegurado que en ningún momento ofreció un trato favorable a Montserrat González y a su hija Triana Martínez si colaboraban y accedían a confesar lo que había pasado y dónde estaba el arma.

    Este inspector, destinado en Burgos, llegó a León al día siguiente del crimen, el 13 de mayo de 2014, junto a un compañero para reforzar la investigación por su experiencia en la resolución de delitos graves y para garantizar su imparcialidad, según le explicaron sus superiores.

    He recalcado que tanto él como su compañero trataron de tranquilizar a Montserrat González durante el primer contacto que tuvieron con ella y ha asegurado que confesó voluntariamente que había matado a Isabel Carrasco y se mostró indignada por el hecho de que su hija estuviera detenida.

    Ha explicado que Montserrat González les contó que estaba harta de escuchar en los bares de León que había que contratar a un sicario para acabar con Isabel Carrasco, debido a la animadversión que, en su opinión, la dirigente política del PP provocaba entre buena parte de la ciudadanía.

    "Esto lo hago yo y punto", afirmó Montserrat González a continuación, según ha relatado el policía, que ha insistido en que el trato que les dispensaron fue "exquisito".

    El agente también ha explicado que, sobre las 19.00 horas de ese día, se permitió que madre e hija se vieran con el objetivo de que "se dieran un abrazo y se tranquilizasen".

    Con ambas detenidas juntas en un despacho de la Comisaría de León, Montserrat González dijo que era inútil que buscasen el revolver con el que había asesinado a Isabel Carrasco en el río Bernesga, como se estaba haciendo, porque lo tenía una tercera persona, según ha explicado Santocildes.

    Fue en ese momento, según el relato del agente, cuando su hija le dijo que ni se le ocurrirse decir quien tenía el arma y afirmó "entre dientes" que era policía.

    Un par de horas después fue cuando la policía local Raquel Gago se presentó en Comisaría y explicó que había encontrado el arma en su vehículo sin saber cómo había llegado hasta allí, si bien sugirió que debía haberla introducido su amiga Triana Martínez, con quien se había encontrado apenas unos minutos después de cometerse el crimen.