Muertos en servicio 51 agentes del orden de EE.UU. durante el 2014

Justo este fin de semana dos policías murieron en un tiroteo tras dar el alto a un Cadillac en un polígono industrial de la ciudad de Hattiesburg (Misisipi), hechos por los que han sido detenidas cuatro personas.

Según un comunicado del FBI, el aumento de muertes del 89 % registrado en 2014 con respecto al año anterior es relativo porque, de media, entre 1980 y 2014, murieron 64 agentes, y de hecho el número de agentes caídos en 2013 en acto de servicio fue el más bajo en 35 años.

Por regiones, 17 agentes murieron como resultado de acciones delictivas que se produjeron en el sur del país, 14 oficiales lo hicieron en el oeste, ocho más en el medio oeste, otros ocho en el nordeste y cuatro más en el estado libre asociado de Puerto Rico.

En cuanto a las circunstancias, 11 agentes murieron por lesiones durante disturbios civiles, diez haciendo paradas de tráfico, ocho como resultado de emboscadas, mientras que seis fallecieron cuando estaban investigando a sospechosos por su implicación en crímenes.

Además, cinco agentes sufrieron heridas mortales cuando estaban realizando actividades de investigación, cuatro en situaciones tácticas, tres mientras manejaban a personas con enfermedades mentales, otros tres cuando trababan de arrestar a sospechosos y uno durante un caso relacionado con las drogas.

Los datos del FBI destacan que en 46 de las 51 muertes de agentes estuvieron implicadas armas de fuego.

En concreto, en 32 ocasiones los delincuentes dispararon con pistolas, en 11 ocasiones con rifles y en tres con escopetas.

Además de los 51 agentes muertos por delincuentes estando de servicio, el FBI destaca la muerte accidental durante 2014 de otros 44 agentes, lo que supone cinco muertes menos que en 2013.

Estos datos están recogidos en un informe sobre agentes asesinados y asaltados en 2014, cuyos resultados finales se publicarán en la web del FBI en otoño, pero cuyas cifras provisionales se han dado a conocer hoy.

La muerte de los dos agentes de Misisipi se produjo durante la Semana Nacional de la Policía y solo días después de la muerte en Nueva York del agente Brian Moore, quien recibió un disparo mortal cuando estaba patrullando en el distrito de Queens.

Otros dos agentes de Nueva York, Rafael Ramos y Wenjian Liu, fueron asesinados en diciembre dentro de su patrulla por un hombre, que luego se quitó la vida, presuntamente en venganza por la muerte de los afroamericanos Michael Brown en Ferguson y Eric Garner en Nueva York en acciones policiales.