Miles de reos de Chicago son visitados por sus familiares en el Día del Padre
Así, miles de detenidos en la Cárcel del Condado Cook (Illinois), donde conviven 12.237 presos, reciben este fin de semana la visita de sus familiares y amigos, que soportan la esperan en largas filas en el exterior de centro para tener acceso a sus allegados siquiera durante unos minutos.
Entre ellos, y con su bebé de tan sólo unos meses de vida en brazos, se encontraba Miguel Ángel García y su esposa, Angélica Román, que querían visitar a un familiar, ya que los hijos del detenido aún son muy pequeños ir a la prisión a celebrar este Día del Padre.
"Es una tristeza, pero no hay de otra", lamentaba en declaraciones a Efe García cargando a su hija. "Hay que venir a visitar. Aunque no estén con uno hay que venir a visitarlos y desearles lo mejor, aunque estén adentro".
En ese sentido, su esposa insistía en mandar un mensaje a los hijos de otros más afortunados: "Si es que tienen la suerte de tener a sus padres (en casa) que los cuiden y que los valoren mucho".
También acudía este fin de semana a la prisión chicaguense Leticia Gálvez, pero no para visitar a nadie, sino para llevarse consigo a su hijo, después de haber pagado para su liberación uan fianza de 100.000 dólares, con el propósito de que éste pudiera celebrar este Día del Padre junto a su propio retoño.
"Tuve que hablarle al niño (su nieto) y se puso muy triste" al saber que su padre estaba en prisión y que no podría estar hoy en casa, explicó Gálvez a las puertas de una prisión donde han estado encerradas figuras como Al Capone, Tony Accardo o Frank Nitti.
Por ese motivo, la mujer reunió el dinero y le dijo a su nieto: "No te preocupes, mi niño, que yo voy a poner a tu papá en 'bond' (bajo fianza) porque él no hizo nada, y, bueno, aquí estoy", explicó emocionada la mujer mientras esperaba la salida de prisión de su hijo.
"Me siento muy orgullosa de que mi hijo pueda celebrar con su propio retoño", agregó Gálvez, satisfecha de poder estar en casa con su vástago este domingo y sacarlo de esta enorme prisión, donde la mayoría de los reos son, por este orden, afroamericanos, mexicanos y puertorriqueños.
En cambio, otros visitantes como Herlinda Barrera decidieron cancelar en casa esta celebración familiar, oficialmente establecida en Estados Unidos en 1972 y fijada para el tercer domingo de junio de cada año.
El hijo de Barrera fue recientemente arrestado y dice que su esposo no quiere celebrar nada: "Estamos tristes porque no está con nosotros nuestro hijo. Pero como somos cristianos, confiamos mucho en Dios y en que sí va a salir, porque no es tan grave su caso", explicó a Efe antes entrar a la prisión.