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Los dos mafiosos detenidos en Barcelona movieron media tonelada de cocaína



    Barcelona, 18 feb (EFE).- Los dos supuestos miembros de la mafia calabresa N'drangheta detenidos en Barcelona movieron de la capital catalana a Italia cerca de media tonelada de cocaína durante los más de dos años en los que fueron investigados, en los que blanquearon sus ganancias a través de dos pizzerías casi inoperantes.

    En declaraciones a los periodistas, el inspector de los Mossos d'Esquadra Joaquim Francès, jefe del Área Central de Crimen Organizado, ha detallado que los dos arrestados residían en Cataluña desde hace unos cinco años, donde disfrutaban con sus familias de un elevado tren de vida, con viviendas, coches y relojes de lujo.

    Guglielmo di G., de 47 años, y su sobrino Rosario di G., de 30, han sido detenidos por los Mossos d'Esquadra en el marco de una operación internacional en la que han sido detenidos 43 supuestos miembros de la mafia de Calabria.

    Según los investigadores, el papel de los dos detenidos en Barcelona se centraba en la logística relativa al almacenaje y transporte a Italia de la cocaína que llegaba a Europa por la capital catalana, procedente sobre todo de Colombia.

    Francès ha explicado que, al menos durante los dos últimos años, los dos detenidos lograron mover cerca de media tonelada de cocaína, aprovechando que la capital catalana es la "puerta de entrada" a Europa de cocaína colombiana.

    Los dos detenidos, que residían en Barcelona en pisos de lujo junto a sus familias, disfrutaban de un elevado nivel de vida, con coches de gama alta -de más de 100.000 euros- y relojes de lujo y llevaban a sus hijos a las escuelas privadas más caras de la ciudad.

    Un elemento clave para los investigadores ha sido el papel de dos de las cuatro pizzerías que regentaban en Barcelona, que han sido registradas por la policía al sospechar que en realidad eran una tapadera de la mafia para blanquear dinero.

    De hecho, según han señalado fuentes cercanas al caso, en una de las pizzerías, situada en la calle Creu Coberta de Barcelona, el personal que trabajaba en el local tenía que ir a buscar pizzas a otro establecimiento del grupo porque no sabían elaborarlas.

    Pese a su evidente falta de operatividad, esta pizzería facturó en 2010 alrededor de 300.000 euros, lo que los investigadores sospechan que podría demostrar que en realidad era un local dedicado al lavado de dinero negro.

    La otra pizzería se limitaba a vender porciones de pizza, aunque tampoco contaba con una gran clientela.

    De los dos detenidos, Guglielmo di G., de 47 años, era un viejo conocido de la policía antimafia italiana, ya que ya había cumplido una pena de unos veinte años en prisión en su país de origen por su pertenencia a la N'drangheta.

    Los dos detenidos ya han sido trasladados a la Audiencia Nacional, en Madrid, y se han iniciado los trámites para su extradición a Italia.