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Dos años de cárcel para un vecino de Terrassa (Barcelona) que apuñaló a su expareja por no volver con él
BARCELONA, 21 (EUROPA PRESS)
La sentencia le ha condenado por un delito de homicidio en grado de tentativa inacabada al considerar que el delito no fue planeado y no pudo completarse, y deberá indemnizar a la víctima con 2.750 euros.
El juez tiene en cuenta la intención del condenado de querer reparar el daño económicamente, así como el hecho de que, durante el ataque, Carlos L.G. pudo sufrir un trastorno de personalidad a causa de su adicción al cannabis e ingesta previa de alcohol.
La noche del 23 de mayo de 2011, el condenado se dirigió a la calle Bruc de Terrassa para exigir a su expareja reanudar la relación que tenían desde hacía casi dos años, a lo que ella se negó "como ya había hecho en otras ocasiones", explica la sentencia.
Ante la negativa, la siguió hasta su portal y, cuando cogió el ascensor, la acorraló e intentó clavarle un cuchillo --que llevaba escondido-- en diversas partes del cuerpo.
Tras un forcejeo, se lo clavó en la parte inferior del cuello, tras lo cual huyó, y la víctima pudo avisar a su madre para que pidiera asistencia médica, detalla el fallo.
INTENTO DE SUICIDIO
El mismo día, Carlos L.G. ingresó en el Hospital Universitario de Terrassa al haber sido descubierto por su madre cuando se estaba cortando venas de los brazos después del ataque.
Según la sentencia, el condenado era adicto al cannabis y durante todo el día había estado mezclando esta droga con alcohol, lo que "le produjo una merma en el control de sus impulsos", indica la sentencia.